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Obiang aspira a seguir ''dictando las normas'' en Guinea Ecuatorial

“Soy un dictador, presumo de que soy un dictador, porque dictador es el que dicta las normas”. Con estas palabras se definió a sí mismo el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, ante los periodistas españoles que acompañaban el pasado mes de julio al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante su visita oficial a Malabo. Este domingo, el orgulloso dictador aspirará a arrasar de nuevo en unas elecciones presidenciales y, por si acaso, en uno de sus últimos actos de campaña no tuvo reparos en anunciar que obtendría más del 97% de los votos. Su principal rival, Convergencia para la Democracia Social (CPDS), y organizaciones tran prestigiosas como Human Rights Watch han cuestionado la credibilidad de los comicios. El régimen ha rechazado la presencia de observadores del Congreso de los Diputados español.

Obiang optará a la reelección al frente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE). El resto de candidatos son Plácido Micó Abogo, diputado y secretario general de CPDS; Buenaventura Monsuy Asumu, de la Coalición Socialdemócrata Baboro (PCSD); Archivaldo Montero Biribe, de Unión Popular (UP); y Carmelo Mba Bacale, de Acción Popular (AP). El domingo por la noche se ofrecerán los primeros datos, el escrutinio concluirá el día 3 de diciembre y el día 5 de diciembre se proclamarán oficialmente los resultados, según informó el ministro del Interior y presidente de la Junta Electoral Nacional (JEN, 15 de cuyos 19 miembros pertenecen al PDGE), Clemente Engonga Nguema Onguene.

Los antecedentes dejan poco espacio para la duda. En las elecciones de 2002, Obiang obtuvo la victoria con el 97,1% de los votos y su partido arrasó en los comicios de 2004 y 2008, en los que consiguió 98 y 99 escaños, respectivamente, de los cien con que cuenta el Parlamento. A principios de este mes, Plácido Micó envió una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que le advertía de que Obiang Nguema lleva 30 años en el poder “gracias al fraude sistemático en las elecciones”.

Promesa para dejar el subdesarrollo en 2020

“Todo parece indicar que la victoria está de nuestra parte”, proclamó Obiang Nguema el pasado 22 de noviembre en el estadio de fútbol de Malabo. En el mismo mitin, aseguró que ganaría “con más del 97% de los votos” y prometió que en 2020 Guinea Ecuatorial dejará de ser un país subdesarrollado y se situará “a la altura de los países desarrollados”. “Yo mismo me sorprendo cada día de las transformaciones que se ven continuamente en nuestro país”, afirmó.

Guinea Ecuatorial es el tercer país productor de petróleo del África Subsahariana, por detrás de Angola y de Nigeria. Varias organizaciones nacionales e internacionales han acusado al régimen de mantener en la pobreza a un alto porcentaje de la población, pese a los altos beneficios del petróleo. En su reciente discurso de agradecimiento por la designación para el cargo, el futuro embajador de Estados Unidos en Malabo, Alberto M. Fernández, aseguró ante el Senado que Guinea “se encuentra en la cola de muchos indicadores de desarrollo”.

'Mejor viejo conocido que nuevo por conocer'

El lema de campaña con que Obiang se presenta ante los 292.585 guineanos censados para votar (de una población estimada en medio millón de habitantes) es bien significativo: 'Vale más un viejo amigo conocido que uno por conocer'. Con semejantes argumentos, Obiang pidió este viernes a los guineanos en sus actos de cierre de campaña, celebrados en Bata y Malabo, que a la hora de votar reflexionasen sobre la “historia” del país y optasen por “la estabilidad”. También el viernes, entre 600 y 1.000 partidarios de CPDS se manifestaron en Malabo al grito de “Obiang se va, Micó presidente”.

Obiang Nguema, uno de los mandatarios más longevos de África -sólo le supera el libio Muhamar Gadafi-, se hizo con el poder el 3 de agosto de 1979, después de derrocar mediante un golpe de Estado al “presidente vitalicio” Francisco Macías Nguema, bajo cuyo régimen se habían registrado 50.000 homicidios políticos, 10.000 desaparecidos, 5.000 presos políticos y más de 150.000 exiliados. En 1987, Obiang fundó su partido único, el PDGE. En 1991 se aprobó la actual Constitución y en 1993 se autorizó la creación de partidos políticos.

A lo largo de este mes, el Ministerio de Información no se ha cansado de destacar la “normalidad” con que ha transcurrido la campaña electoral, caracterizada por el “respeto mutuo” de los partidos concurrentes, y Clemente Engonga insistió el viernes en la “absoluta meticulosidad” con que se efectuaron el censo y las listas electorales.

Provocaciones y actos de violencia

No es ésa la opinión de CPDS, que desde que comenzó la campaña ha denunciado las “provocaciones” y los “actos de violencia” que han sufrido sus militantes por parte de las fuerzas de seguridad, de “familiares del presidente y candidato Teodoro Obiang Nguema” y de “altos cargos del Gobierno saliente”. Por su parte, la Asociación para la Solidaridad Democrática de Guinea Ecuatorial (ASODEGUE) acusó a Obiang de haber “secuestrado” las listas electorales, la JEN, los medios de comunicación estatales y los recursos del Estado para llevar a cabo su “pucherazo”.

Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció este viernes la “omnipresencia de Obiang” en los medios de comunicación estatales durante la campaña y lamentó la “ausencia de medios de comunicación independientes”. Asimismo, recordó que el régimen de Malabo ocupa el puesto 158, de un total de 175 países, en la clasificación de 2009 de la libertad de prensa publicada por RSF y que, “desde hace varios años, el presidente Teodoro Obiang Nguema figura en la categoría 'Depredadores de la Libertad de Prensa' establecida por la organización”.

Human Rights Watch (HRW) afirmó esta semana que las actuaciones de Obiang “siguen siendo las de un dictador decidido a mantenerse en el poder y controlar los fondos procedentes de los recursos petrolíferos” y denunció que el Gobierno “ha oprimido y hostigado a una oposición política que se encuentra asediada, le ha impedido el acceso igualitario a los medios de comunicación y no ha establecido pautas claras para permitir que los observadores y periodistas internacionales supervisen las elecciones”. En opinión del portavoz del Gobierno, Jerónimo Osa Osa, el objetivo de HRW es “gobernar Guinea Ecuatorial”.

Observadores y periodistas

El pasado lunes, Clemente Engonga aseguró que el Gobierno había invitado a la Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEAC), la Unión Europea y Naciones Unidas para actuar como observadores internacionales. El propio Engonga informó el viernes de que el “amplio grupo de observadores” estaría formado por “integrantes de los cuerpos diplomáticos residentes en Guinea Ecuatorial” y por miembros de la UA, la CEAC (dos organismos que, según ASODEGUE, “no han destacado nunca por ser expertas o neutrales en este tipo de procesos”) y del Instituto de Estrategias para la Democracia de Estados Unidos. Aparte, se estaba a la espera de la respuesta de la UE. Malabo rechazó ayer la presencia de una delegación de diputados españoles alegando que no quería observadores “bilaterales”.

Por otra parte, el viernes por la noche la Embajada guineana en Madrid todavía no había tramitado las acreditaciones a los medios de comunicación españoles que las habían solicitado y fuentes del interior precisaron que la BBC también lo ha intentado, sin resultado. En la mencionada rueda de prensa de julio, Obiang prometió que habría periodistas españoles en los comicios. De momento sólo han recibido autorización la cadena de televisión por satélite Al Yazira y el canal de televisión África 24, muy próximo a Obiang pero que emite desde Francia y cuyos periodistas, según fuentes de la oposición, no son tan “servilones” como los de los medios estatales.

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