Los observadores de la ONU constatan la presencia de tanques en Douma
DOUMA (SIRIA), 5 (Reuters/EP)
Los observadores militares de la ONU desplegados en Siria han constatado este sábado la presencia de varios carros de combate del Ejército en la ciudad de Douma (suroeste), lo que supone una violación de los términos del alto el fuego que entró en vigor el pasado 12 de abril. Los propios vecinos de la localidad han denunciado que los observadores internacionales “les están viendo morir”.
El equipo de comisionados de la ONU ha visitado Douma acompañado de varios periodistas y ha podido constatar que el Ejército controla la localidad, en su momento en manos de la insurgencia, y que se han levantado controles en casi todas las calles. Douma está a situada a las afueras de Damasco y cuenta con una población de unas 500.000 personas.
Los soldados de uno de los controles fueron interrogados por los observadores sobre el tipo de armas que usaban, ya que en virtud del alto el fuego, los militares no pueden portar armamento pesado. Justo al lado del control había un carro de combate cubierto con una tela. Los observadores tomaron fotos, hablaron con uno de los oficiales al mando y siguieron adelante.
En otro de los controles, el jefe de la misión de observadores, el coronel marroquí Ahmed Himmiche, ha preguntado por un tanque que estaba claramente visible y preparado. Sin embargo, el oficial al mando le respondió que se trataba de un vehículo de transporte de tropas. “Lleva a los soldados y a los heridos. Si quiere puede sacarle de Douma en este instante”, ha argumentado. “No, está bien”, ha respondido Himmiche. Un tercer carro de combate fue avistado en otro control antes de la salida del convoy de la localidad.
En su visita, los observadores han podido ver cómo la mayoría de los grafitis contra el régimen del presidente Bashar al Assad escritos en los muros ya no son visibles porque están tapados con pintura negra. “Abajo Bashar. No al sectarismo. Larga vida al Ejército Libre”, se podía leer en uno de los muros. “El Ejército de Al Assad es un traidor”, se lee en otro escrito en árabe junto a una frase en inglés: “No nos derribarán”.
También se podían leer algunos grafitis progubernamentales. “Si no eres uno de los soldados de Al Assad, entonces no mereces vivir”, señala. “Somos hijos de Hafez”, proclama otro, en referencia al padre de Bashar al Assad, que gobernó el país durante tres décadas.
“La situación lleva en calma desde hace dos días”, ha relatado el oficial al mando de uno de los controles más importantes. “A veces nos disparan por la noche. A veces respondemos, a veces no. Depediendo de la magnitud del ataque”, ha explicado.
Los representantes de la ONU también han podido hablar con los vecinos. Uno de ellos, Abdulá, ha relatado desde un comercio cómo han tenido que sufrir los bombardeos y tiroteos a díario, por las noches, pero en los últimos días se mantiene cierta calma. Otros han insultado o criticado a los observadores, ya que consideran que su presencia sólo sirve para legitimar al régimen de Al Assad.