Rabat desmantela por la fuerza el campamento de protesta cerca de El Aaiún

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Un saharaui y tres miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes muertos. Ese es el balance oficial de la incursión llevada a cabo esta mañana por las fuerzas marroquíes en el campamento de protesta de Agdeim Izik para desmantelarlo y de los disturbios que se produjeron a continuación en las calles de la ciudad de El Aaiún, si bien grupos pro saharauis hablan de más víctimas mortales entre los residentes en el campamento.

Las fuerzas de seguridad marroquíes habían entrado a primera hora de la mañana en el campamento en el que en las últimas semanas se habían congregado unas 20.000 personas en más de 4.000 jaimas para protestar por las condiciones de vida que sufre la población saharaui en el territorio ocupado por Marruecos en 1975.

Aunque inicialmente los responsables del campamento habían denunciado que se habían producido numerosos muertos y heridos entre los saharauis presentes, posteriormente sólo se ha confirmado la muerte de un saharaui, al que el Frente Polisario ha identificado como Babi Mahmud el Gargar, de 26 años, así como “centenares” de heridos.

Una fuente del Gobierno marroquí confirmó a Europa Press la muerte de un ciudadano saharaui, cuya identidad coincide con la ofrecida por el Polisario. Sin embargo, el hombre habría sido en realidad arrollado por un vehículo en la avenida Esmara y aunque fue trasladado al hospital Mulay Hassan Belmahdi por una ambulancia de la Media Luna Roja marroquí, los médicos no pudieron hacer nada por su vida. Las autoridades ya han abierto una investigación para determinar las circunstancias de su muerte, precisó la fuente.

Del lado marroquí, los efectivos de la Gendarmería Real y de las Fuerzas Auxiliares que llevaron a cabo la incursión en el campamento de protesta --que duró una hora-- tuvieron que lamentar dos bajas, un gendarme y un bombero no armado. Además, según la citad fuente gubernamental, otros 70 efectivos resultaron heridos, cuatro de los cuales se encuentra graves y tres han tenido que ser operados de urgencia.

Durante la operación, siempre según esta fuente consultada por Europa Press, sólo hubo cuatro saharauis heridos, mientras que se llevaron a cabo 65 detenciones entre los presentes en el campamento. En los disturbios que se produjeron a continuación en las calles de El Aaiún, un miembro de las fuerzas auxiliares murió tras ser acuchillado.

SUPERVISIÓN LEGAL

En cuanto a la intervención propiamente dicha, el Gobierno marroquí ha asegurado que el asalto fue llevado a cabo “con supervisión de las autoridades judiciales y con total respeto de las normas jurídicas en vigor” y que el objetivo de la operación era “preservar el orden” y detener a unos delincuentes “comunes” que “amenazaban a las personas que se encontraban en el campamento de protesta saharaui”.

El Ministerio del Interior aseguró en un comunicado que el objetivo de la operación era “preservar el orden público” y garantizar “la seguridad de los ciudadanos después de haber agotado todas las vías posibles para instaurar las bases de un diálogo serio y responsable”. Los detenidos, añadió, habían cometido “delitos comunes” y eran “unos elementos oportunistas que no estaban, de ninguna forma, concernidos por las reivindicaciones sociales, sino que explotaban estas mismas reivindicaciones con fines políticos de acuerdo con una agenda bien definida”.

Según el wali de la región de El Aaiún-Bojador-Sakia y gobernador de la provincia de El Aaiún, Mohamed Guelmous, las fuerzas del orden habían entrado en el campamento para detener, de forma pacífica, a “elementos fuera de la ley” pero les impidieron entrar y se toparon con la reacción violenta de los residentes, que les lanzaron botellas incendiarias y bombonas de gas.

La intervención de las fuerzas de seguridad, según las autoridades, tenía como objetivo “liberar a las personas mayores, mujeres y niños que se encontraban bajo el control de un grupo de individuos con antecedentes penales y buscados por casos de derecho común tras haber agotado las vías del diálogo serio para encontrar una salida a una situación inaceptable desde el punto de vista legal”.

Respecto a los disturbios que se produjeron a continuación en las calles de El Aaiún, el prefecto de la Policía de esta ciudad, Mohamed Dkhissi, ha asegurado que no ha habido civiles muertos durante la intervención de las fuerzas del orden para poner fin a los actos de vandalismo. Sin embargo, varios efectivos de las fuerzas de seguridad sí resultaron heridos, precisó.

Los actos de vandalismo, que provocaron deterioros en numerosos bienes públicos y privados, han sido cometidos “por personas determinadas, empujadas por los enemigos de la integridad territorial del reino”, defendió el responsable policial.

Según un residente, Brahim Ahmed, las fuerzas de seguridad marroquíes llevaron a cabo registros “casa por casa” en los barrios de El Aaiún y se produjeron enfrentamientos entre grupos de saharauis y policías y militares en los principales barrios de la ciudad.

“La gente se está defendiendo en sus casas. (Las fuerzas de seguridad marroquíes) rompen las puertas y realizan detenciones”, afirmó en declaraciones telefónicas a Europa Press. Según su relato, y las pocas imágenes que se han podido ver de lo ocurrido hoy, en las calles de El Aaiún había coches volcados e indenciados y también se produjeron estallidos de bombonas de gas.

LAS PARTES SE REÚNEN EN MAHANSSET

Entretanto, la nueva ronda de conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario con mediación de la ONU para discutir sobre el futuro del Sáhara Occidental ha comenzado este lunes en Mahansset, en Estados Unidos, pese a los últimos sucesos ocurridos a lo largo del día en El Aaiún.

“Ha sido muy desafortunado que esta operación y los acontecimientos que la han precedido y seguido hayan afectado a la atmósfera en la que se celebran estas conversaciones”, ha reconocido en portavoz de la ONU, Martin Nesirky, en referencia al campamento de protesta próximo a El Aaiún en el que se habían concentrado unas 20.000 personas en jaimas.

“Pedimos a todas las partes implicadas que ejerzan la mayor contención en las horas y días venideros”, ha añadido el portavoz. Las conversaciones entre Marruecos y el Polisario son las últimas en una serie de contactos iniciados en 2007 y que hasta la fecha no han dado resultados concretos.

Por su parte, el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, ha pedido este lunes al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, el envío de un dispositivo de seguridad para la protección de los civiles saharauis en El Aaiún.

“Pedimos de forma urgente el envío de un dispositivo de seguridad de la ONU a El Aaiún ocupado, dentro de las responsabilidades de la organización internacional en el Sáhara Occidental, un territorio que todavía no goza del derecho a la autodeterminación, para asegurar la protección y seguridad de las vidas y derechos de los ciudadanos saharauis ante la brutalidad y violencia de las fuerzas de ocupación marroquíes”, afirma Abdelaziz en su misiva a Ban, según informa la agencia saharaui SPS.

“La situación en la ciudad ocupada de El Aaiún es muy peligrosa, y puede conducir a graves consecuencias”, advierte el líder del Frente Polisario, quien recuerda que este crimen “atroz” ocurre en presencia de la misión de la ONU en este territorio, la MINURSO.

Asimismo, Abdelaziz ha solicitado a Ban “el envío de una misión de la ONU de investigación a El Aaiún para esclarecer estos crímenes que todavía están en curso”.

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