Los republicanos salen descontentos de su reunión con Obama para debatir la reforma sanitaria
WASHINGTON, 26 (Reuters/EP)
El encuentro convocado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para discutir junto a cuatro decenas de congresistas la forma de seguir avanzando en la reforma sanitaria concluyó este jueves sin progresos, a tenor de las declaraciones vertidas a la salida de la reunión por los republicanos, que ven prácticamente imposible cualquier consenso a corto plazo.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, se mostró “desanimado” a la salida del encuentro. A su juicio, está “bastante claro” que los demócratas seguirán insistiendo en aprobar su propia reforma sanitaria. “Lo que creemos que se debería hacer es empezar de nuevo”, agregó.
En la misma línea se manifestó el también republicano Jon Kyl, 'número dos' de su formación en el Senado, quien dijo que “no va a ser posible” alcanzar un consenso entre los dos principales partidos “en el calendario indicado” por Obama.
El presidente norteamericano subrayó en sus intervenciones durante las siete horas de reunión la importancia de reformar el sistema sanitario, algo “absolutamente crítico” para reforzar la recuperación económica. Aunque reconoció la disparidad de criterios entre republicanos y demócratas, Obama recalcó que “vale la pena hacer el esfuerzo” y fomentar el entendimiento.
Pese al tono educado que dominó el debate, en algunas ocasiones los ánimos se crisparon e incluso salieron a relucir viejas rencillas políticas, como las que aún quedan pendientes entre Obama y su otrora rival en las elecciones presidenciales, el senador John McCain. Obama le recordó que no estaban “en campaña” y que “las elecciones han pasado” al ser preguntado por McCain, que le respondió entre risas: “Lo recuerdo cada día”.
En términos generales, la reunión no sirvió más que para escuchar argumentos ya sabidos, como los sostenidos por los republicanos para considerar costosa la reforma planteada por la administración. Los opositores consideran que la medida, tal y como está redactada, implicaría más impuestos, más regulaciones y un incremento de las primas para los consumidores.
“Este documento de 2.700 páginas llevará a nuestro país a la quiebra”, denunció el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner. No obstante, la Oficina Presupuestaria del Congreso sostiene que la medida reduciría el déficit en unos 100.000 millones de dólares durante los próximos diez años.