El clérigo radical Al Sadr lidera una campaña para prohibir la presencia de EEUU en Irak
BAGDAD, 30 (Reuters/EP)
El clérigo radical chií Moqtada al Sadr ha emprendido una campaña para prohibir la presencia de tropas estadounidenses en ciudades y edificios oficiales de Irak para presionar así a los gobiernos de Nuri al Maliki y Barack Obama para que retiren los soldados norteamericanos del país para finales del año, según han confirmado este jueves fuentes oficiales estadounidenses y 'sadristas'.
Miembros del Bloque Sadrista han reclamado, de un total de 18, a diez provincias del centro y sur del país entre ellas Bagdad, que aprueben una resolución que no permita la entrada de las tropas estadounidenses a las ciudades iraquíes y las sedes gubernamentales.
El dirigente sadrista Mazin al Mazini en la provincia de Basora ha asegurado que “los bloques 'sadristas' de todas las provincias han aceptado esta resolución”. Asimismo, un diputado de esta corriente, Rafie Jabar Noshi, ha sostenido que el movimiento “está intentando demostrar que el pueblo iraquí no está dispuesto a ampliar la presencia de las tropas estadounidenses” y ha advertido de que sus iniciativas ya “han triunfado en las provincias de Basora (sur), Wasit (este) y Maysan (sureste)”, precisamente, las áreas de mayor influencia 'sadrista'.
La semana pasada, Basora, una provincia rica en petróleo, aprobó dicha iniciativa legislativa y conminó a los soldados norteamericanos a que abandonaran todos los edificios civiles, bases militares y hasta el aeropuerto local, según confirmaron fuentes oficiales. De hecho, este lunes un equipo de reconstrucción de Estados Unidos recibió una petición de que abandonara un edificio de las autoridades o, en su defecto, depusiera sus armas.
Por su parte, el portavoz militar de Estados Unidos en Irak, el coronel Barry Johnson, ha declarado que no era conocedor de la campaña 'sadrista', si bien ha matizado que no le sorprende nada. “Vamos a continuar trabajando con el Gobierno iraquí de acuerdo con el acuerdo de seguridad suscrito entre las dos naciones”, el cual, ha continuado, “no está supeditado a ninguna resolución de carácter provincial”.
Sobre el incidente registrado el lunes en Basora, Johnson ha confirmado que las tropas estadounidenses escoltaron al equipo de reconstrucción hacia el edificio oficial a causa de las amenazas sadristas. En cambio, un miembro del consejo provincial, el sadrista Kadhim al Musawi ha dicho que pueden ser protegidos por las fuerzas de seguridad iraquíes.
CUESTIÓN DE RETIRADA
El Movimiento Sadrista ha amenazado con revivir la milicia chií Ejército Mahdi, comandada por el clérigo Al Sadr, si las fuerzas norteamericanas no abandonan Irak para finales de este año. Esta demanda hace alusión al debate que ha resurgido en la escena política iraquí de la mano de Al Maliki sobre si los restantes 47.000 soldados estadounidenses deben o no permanecer en el país desempeñando tareas de apoyo y formación del Ejército nacional. La decisión final será adoptada por el Ejecutivo antes del mes de agosto.
Aunque el Ejército Mahdi, que combatió contra los estadounidenses tras el derrocamiento de Sadam Husein, depuso sus armas en 2008, una secesión de dicho contingente, la Brigada del Día Prometido, ha sido culpada por responsables norteamericanos e iraquíes de estar detrás de los ataques contra las tropas de Estados Unidos, si bien se ha atribuido la responsabilidad de algunos atentados perpetrados el domingo. Por ello, ha apostillado Johnson, “son claramente los responsables de los ataques y les consideramos como una seria amenaza contra las fuerzas norteamericanas e iraquíes”.
En este contexto, el Ejecutivo multiétnico impulsado por Al Maliki, que conllevó varios meses de intensas negociaciones, continúa siendo frágil e inestable, máxime tras la dimisión de uno de los vicepresidentes la semana pasada y por el recrudecimiento de la violencia insurgente durante los últimos meses.
Varios oficiales del Ejército iraquí han manifestado su deseo de que Estados Unidos mantenga sus tropas en Irak aduciendo que las fuerzas de seguridad aún no están lo suficientemente preparadas para asumir sus responsabilidades porque no saben utilizar el nuevo equipamiento recibido durante los últimos meses.
Diferentes frentes políticos y militares de ambas naciones también han insistido en que Irak aún no está listo para que las fuerzas estadounidenses abandonen el país a causa de la escalada de la ofensiva insurgente que se ha registrado en estos meses. Incluso, el director de la CIA, Leon Panetta, llegó a declarar que Estados Unidos debería mantener las tropas desplegadas en Irak si su Gobierno lo solicita.