Yanukovich y Timoshenko se enfrentan en la primera ronda de las elecciones presidenciales

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

Los tres grandes nombres de la política ucraniana de la última década vuelven a encontrarse en las urnas este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentan al ex primer ministro --y favorito a la victoria--, Viktor Yanukovich, y a la primera ministra, antigua aliada y ahora rival encarnizada Julia Timoschenko, con el actual presidente Viktor Yushchenko como tercera opción, pero no en discordia, precisamente: se espera que reciba los votos de menos de un 3 por ciento de la población, el mayor revés político que haya experimentado jamás el que una vez fue el gran abanderado de la Revolución Naranja de 2004.

Mucho ha cambiado la imagen pública de Yushchenko estos últimos seis años desde que apareciera ante los ucranianos para denunciar el que consideraba era un fraude masivo en la primera vuelta de los comicios. El pueblo le aupó como presidente tras la celebración de la segunda vuelta, que se considera como las primeras elecciones libres de la historia del país, el 26 de diciembre de 2004. Ahora, en 2010, las encuestas le conceden un apoyo casi ínfimo y se critica su labor como máxima expresión de la ineficacia política.

El presidente se ha limitado a intentar hacer llegar el mensaje de que tanto Yanukovich como Timoschenko no son más que dos caras de la misma moneda a favor del entendimiento con Rusia.

Mientras, la sombra del fraude vuelve a planear sobre las presidenciales, a pesar la enorme presencia de observadores internacionales. Y si bien Yanukovych ostenta una cómoda ventaja, todos los sondeos apuntan que no alcanzará el 50 por ciento de votos necesarios para conseguir la victoria directa. Tanto él como Timoschenko han advertido de que disputarán los resultados si no consiguen la victoria, pero el ambiente no está tan cargado como en 2004 y no se teme que se repitan los acontecimientos de hace seis años. El pueblo ucraniano respalda enormemente el proceso democrático, pero está hastiado de las disputas políticas, según los analistas.

CASI TODOS A LAS URNAS

Todos los datos parecen indicar que la participación en los comicios será muy elevada, en torno al 89 por ciento. Unos 36,9 millones de ucranianos depositarán su voto en los más de 33.000 colegios electorales que abrirán sus puertas para los comicios, entre ellos 1.200 de carácter especial, localizados en hospitales, cárceles, barcos e, incluso, en la Estación Vernadsky de la Antártida. La diáspora ucraniana tendrá a su disposición 113 colegios electoralres repartidos en 76 países, según informa la agencia estatal de información ucraniana, Ukrinform.

La última encuesta realizada por el Research & Branding Group (del 5 al 13 de diciembre) concede al ex primer ministro Yanukovich un 33,3 por ciento de la intención de voto frente a un 16,6 por ciento de Timoshenko en la primera vuelta. En la casi segura segunda vuelta, la ventaja se incrementaría: 46,7 por ciento frente a un 30 por ciento.

La Comisión Central Electoral ha informado de que unos 3.100 observadores internacionales supervisarán el desarrollo de los comicios, entre ellos 461 procedentes de otros países e instituciones internacionales: 20 europarlamentarios, y 169 de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Todos ellos deberán atestiguar la limpieza de los comicios, una tarea que se presume bastante difícil, no por las barreras contra el fraude que provee la ley electoral, que son muchas, sino por la deficiente organización de los candidatos a la hora de escoger a sus representantes en las mesas electorales.

“Todo depende de que se elija corectamente al representante de la mesa y del nivel de profesionalidad de su equipo”, explica el ex director del Secretariado de la Presidencia ucraniana, Viktor Baloha, quien advierte de que estos representantes podrían argumentar directamente que se ha producido fraude electoral si su candidato va perdiendo. “Estos representantes que se presentan como individuos duros son precisamente los más propensos a realizar estos comentarios. Tales declaraciones, en realidad, les desenmascaran como perdedores”, indica a Zik.

BAJO LA SOMBRA DEL FRAUDE

El presidente de la Comisión Electoral Central, Volodimir Shapoval, expresó esta semana su indignación por las continuas acusaciones de fraude electoral vertidas entre por los políticos, puesto que a su entender no hay pruebas que apunten a dichas irregularidades.

Shapoval criticó también que la “poderosa ola de histeria” provocada por la clase política con estas acusaciones afecta a “los cimientos democráticos del Estado”.

“Si los participantes en el proceso electoral están realmente preocupados sobre el posible fraude electoral, que hagan todo lo que puedan para evitar el citado fraude. Tienen todos los instrumentos para evitarlo”, en unas críticas declaraciones sobre los enfrentamientos verbales protagonizados por los tres grandes candidatos.

El presidente Yushchenko, declaró el pasado martes que la primera ministra, Yulia Timoshenko, es la “principal amenaza” de las elecciones presidenciales de este viernes.

“La principal amenaza para los resultados de las elecciones, para ser objetivos, viene de la candidatura de Timoshenko”, declaró durante un discurso emitido por televisión.

“Estoy convencido de que está preparada para lanzar cualquier acción social y hacer caso omiso de cualquier resultado de las elecciones”, añadió el jefe de Estado, para quien Timoshenko no respeta “ni las leyes, ni la democracia, ni la decisión suprema de los votantes”. Además, Yushchenko cree que la 'premier' necesita “poderes absolutos porque sólo el poder puede protegerla”.

Por otro lado, el presidente sugirió que las elecciones de esta semana son una oportunidad para los ucranianos para expresarse con una voz clara e insistió en que Timoshenko y el ex primer ministro pro ruso Viktor Yanukovich representan una única coalición de fuerzas de Rusia.

“Si no encontráis la fortaleza suficiente para apoyar a Yushchenko en la primera vuelta, entonces estáis apoyando el proyecto del Kremlin” aseguró, precisando que en estas votaciones compiten una plataforma pro rusa y otra europeísta, en alusión a su postura.

“Sois participantes en un referéndum nacional: la confianza en estas políticas europeas (o en) estos líderes de los que hablo, quienes nos llevarán de vuelta al pantano durante décadas”, ilustró.

ENTENDIMIENTO CON RUSIA

Entretanto, la agencia estatal Ukrinform recogió un artículo escrito por Timoshenko para la revista 'Newsweek' en la que aseguraba que los ucranianos deben entenderse con los rusos porque son vecinos. “Depende de nosotros, así como de los líderes rusos, el crear relaciones de beneficio mutuo”, señaló. A su vez, elogió que Rusia “está comenzando a reconocer la profundidad de las heridas históricas que infligió a sus vecinos”.

La primera ministra se refirió igualmente a los últimos comentarios del ministro de Finanzas ruso, Alexei Kudrin. Este dignatario ha sugerido que Rusia podría consumir dentro de dos años todas las reservas de gas y petróleo que ahora exporta a países como Ucrania si el gasto doméstico sigue aumentando. Timoshenko escribió al respecto que “los líderes rusos deben saber que su país (...) necesita una paz duradera”, que en su caso le permitiría diversificar su economía, demasiado centrada en los recursos energéticos.

Por otro lado, también celebró el proceso emprendido junto con la UE para modernizar el gasoducto que atraviesa Ucrania y se mostró esperanzada ante la posibilidad de que Rusia y China se suman al proyecto, argumentando que estas iniciativas pueden servir para rebajar las tensiones.

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