Así era San Sebastián hace un siglo
Quizá la capital de la Isla sea una de las localidades que más haya cambiado su fisionomía en el último siglo. Obras, apertura al mar, edificación y éxodo rural, condicionaron un proceso de modernización que tuvo su momento de auge a partir de la década de los sesenta, cuando definitivamente, una vez concluido el puerto, la Villa creció y fue adoptando su actual aspecto de urbe.
Sin embargo, vamos a remontarnos casi cien años atrás, concretamente a 1917 y vamos a hacer un pequeño viaje por sus calles a través del diario La Prensa, quien en su edición de 27 de febrero fija su atención en la capital de La Gomera, entonces un todavía pueblo de 5.000 almas.
Sus principales calles eran las de Alfonso XIII (actual calle Real o del Medio) y la de Ruiz de Padrón, que mantiene su nombre. Recuerda el cronista que ya la Villa tenía alumbrado eléctrico “y hace unos dos años comenzáronse las obras de alcantarillado, que han quedado interrumpidas”. Por tanto, el progreso acariciaba levemente la urbe en las primeras décadas del siglo pasado.
Contaba San Sebastián con los principales edificios civiles de la Isla: Delegación del Gobierno, Cabildo Insular, Comisión Mixta de Reclutamiento, Registro de la Propiedad, Juzgado de Primera Instancia y Municipal, Ayuntamiento, Pagaduría de Hacienda, Subdelegación de Marina, Estación Sanitaria del puerto, Administración de Puertos Francos, Oficinas de Telégrafos y Teléfonos, Recaudación de Contribuciones y Administración de Correos. Junto a ello, en la Villa existía también un centro de instrucción y recreo: el Liceo de La Gomera.
Sin embargo, el reportaje advierte de que uno de los principales problemas de San Sebastián era su comunicación y la falta de carretera que la uniera a los pueblos de Hermigua, Agulo y Vallehermoso, advirtiendo de su paralización a pesar de haberse comenzado el primer tramo dos años antes. Asimismo, en cuanto a la educación, apunta la existencia de dos escuelas: una para niños y otra para niñas además de una escuela de Artes y Oficios “a todas luces insuficiente”, afirman, adelantando que se están realizando gestiones para construir sendas escuelas en La Laja y en Santiago.
La exportación de plátano y tomate era su principal riqueza y, según el reportero, “se exportan en grandes cantidades a los mercados de Inglaterra, Francia y Alemania”, siendo las principales empresas la “Fyffes Limited, Thoresen y Curbelo y Maldonado.
“Abundan las palmeras, que dan al pueblo un pintoresco aspecto, sobre todo contemplado desde el mar y desde la altura denominada La Miranda, que se encuentra en la carretera que conduce al faro de San Cristóbal, carretera por cierto que se encuentra en lamentable estado de abandono”, menciona el periodista anónimo que firma el reportaje.
Hoy, bajo la mirada del siglo XXI, la Villa ha cambiado, ha progresado y se ha modernizado. Sin embargo, fruto de este brusco cambio la identidad de su sabor popular y de su arquitectura se ha ido perdiendo. Las viviendas y barrios populares han crecido y son cada vez menos las construcciones de esta época que mantienen vivo el recuerdo de la San Sebastián de comienzos del siglo pasado.
Como recordaba poéticamente nuestro cronista, “La Gomera es un estado indómito y altivo, valeroso y fuerte, que hizo de sus abruptas montañas inexpugnables baluartes de su libertad”. Baluartes que, metáforas aparte, también han desaparecido tristemente para la historia arquitectónica de la ciudad.