El segundo “Benchijigua”, un barco emblemático
Cinco años después de la puesta en servicio del ferry “Benchijigua”, el crecimiento de la línea La Gomera-Los Cristianos había aumentado de tal modo que el barco se había quedado pequeño. La oferta resultaba insuficiente, pese al incremento del número de frecuencias en fechas determinadas. La Gomera se había puesto de moda y cada vez era mayor el número de turistas que llegaban a la isla desde el sur de Tenerife para hacer una excursión de unas horas, con ida y vuelta en el día. La frase de Fred. Olsen sr. y de Cándido Luis García-San Juan, se había hecho realidad: el ferry era la prolongación de la autopista del sur, uno de los grandes aciertos del inolvidable presidente del Cabildo Insular de Tenerife, José Miguel Galván Bello.
En agosto de 1980, el consejo de administración de Ferry Gomera cerró el acuerdo con su matriz Fred. Olsen & Co. para la adquisición del buque “Bonanza” y se fijó un precio de 300 millones de pesetas. De nuevo Fred. Olsen Sr. revalidó su apuesta por la isla y para ello autorizó la incorporación de un barco mayor. Para su importación y abanderamiento fue precisa la autorización expresa del Consejo de Ministros, pues excedía los límites del REF de 1971, que con tanta habilidad y visión de futuro había trazado el abogado tinerfeño Antonio Carballo Cotanda.
El Grupo Gomero, muy activo, formado por el “almirante” Adolfo Trujillo, Lorenzo Cabeza, Domingo León y José Manuel Noda, hizo una campaña admirable con el apoyo del gobernador civil de la provincia, Jesús Javier Rebollo y Álvarez-Amandi, y de su hermano Javier, que era entonces subsecretario de Transportes. El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez González, recibió sacas de telegramas procedentes de La Gomera y de otros sitios apoyando la iniciativa y justificando la necesidad del cambio.
Recordamos bien este episodio pues fuimos testigos presenciales. Vimos la llegada del segundo “Benchijigua” al puerto de Santa Cruz de Tenerife, el primero de octubre de 1980, al mando del capitán Servando Peraza García –le acompañaba el capitán Johansen, que había sido su último titular cuando tenía bandera noruega– y el jefe de máquinas José García OIiva. De la oficialidad formaban parte, además, Francisco Rodríguez Aguiar y José Jiménez Gutiérrez, Manuel Méndez García y Juan Imeldo Gómez e Isidro Padrón, que era el radiotelegrafista. Y, por cierto, Pedro García San Juan Ruiz vino en ese viaje como pasajero.
El 4 de octubre de 1980 se produjo el relevo en la línea La Gomera-Los Cristianos en el puerto de San Sebastián, en medio de una gran expectación y ambiente festivo y a primera hora del día siguiente quedó incorporado al servicio. El primer “Benchijigua” había sido rebautizado “Betancuria” e iniciaría poco después una nueva línea entre Corralejo y Playa Blanca. A partir de entonces se abrió una nueva etapa que tendría una duración de 14 años.
Este buque, llamado en origen “Bonanza” y su gemelo “Buenavista”[1] fueron construidos por encargo de Fred. Olsen & Co. en los astilleros de Ulsteinvik (Noruega) con una doble finalidad: reforzar la línea frutera Canarias-Continente y Canarias-Inglaterra en los meses de la zafra, como apoyo de los ferries “Black Watch”, “Black Prince” y “Blenheim” y como ferry de pasaje, en verano, en las líneas del Norte de Europa, continuando así con la larga tradición de líneas regulares que Fred. Olsen & Co. tenía desde los años treinta del siglo XX.
Construcción número 64 del astillero de Ulsteinvik (Noruega), fue entregado el 12 de mayo de 1972 e inscrito en la matrícula naval de Kristiansand. De 2.719 toneladas brutas, 1.471 toneladas netas y 725 toneladas de peso muerto, medía 96 m de eslora total, 16,21 m de manga y 4,50 m de calado. Estaba propulsado por dos motores Werkspoor 8TM410, con una potencia de 8.800 caballos, acoplados a dos ejes y hélices de paso variable sistema kamewa, que le permitía alcanzar una velocidad de 19 nudos. Disponía de una cámara para 750 pasajeros en clase única repartidos en dos salones yun garaje con capacidad para 200 vehículos y, asimismo, estaba preparado para el transporte de 12 vagones de ferrocarril. Código IMO 7206392.
Su vida marinera comenzó fletado por la compañía finlandesa Silja Lines para atender la línea Marienham-Norrtälje, en la que permaneció hasta finales de agosto del citado año. Es de señalar el dato curioso de que se pintó a media eslora y en grandes caracteres el nombre de la línea y, además, el precio del viaje: 7 coronas. Después, y al igual que ocurriera con su gemelo “Buenavista”, pasó a cubrir la línea frutera de Canarias y a partir del verano de 1973, la línea Kristiansand-Hirtshals, ampliada, al año siguiente, hasta el puerto de Arendal.
En el verano de 1976 estuvo fletado por Brittany Ferries y navegó en las líneas Plymouth-Roscoff y Plymouth-St. Malo, acabando la campaña en la línea Kristiansand-Hirtshals. Esta primera etapa de la historia del buque se cerró en el verano de 1980, cubriendo las líneas Kristiansand- Hanstholm y Arendal-Hanstholm, respectivamente. Unos meses después, en octubre, comenzó su etapa española convertido en el segundo “Benchijigua”.
Esta fue la librea del ferry “Benchijigua” a partir de 1994
Por lo que se refiere a su gemelo “Buenavista”, desde su puesta en servicio y hasta 1984, en la temporada de zafra frutera y hortalizas frescas (septiembre a mayo) el buque “Buenavista” navegó en la línea de Canarias cumpliendo con los contratos de exportación. A partir del verano de 1971 cubrió la línea Kristiansand-Hirtshals, en la que permanecería cada campaña hasta 1984.
En marzo de 1974 se procedió al alargamiento del casco, añadiéndole una nueva sección de 11,43 metros, efectuándose los trabajos en los astilleros Nylands, en Oslo. A partir de entonces fue un buque de 106,43 m de eslora total y 6,16 m de calado, con un registro de 5.123 toneladas brutas, 1.594 toneladas netas y 3.180 toneladas de peso muerto, disponiendo de capacidad para 900 pasajeros y 240 automóviles. Código IMO 7104984.
En diciembre de 1975 el buque fue vendido a la sociedad holandesa Amsterdam Maritiem Transport Maatschappij (AMTM), en realidad una filial de Fred. Olsen & Co., en 32,8 millones de coronas noruegas. El barco siguió atendiendo las mismas líneas en invierno y verano, excepto en la campaña de 1982, en que fue fletado a la compañía finlandesa SF Lines, navegando en la línea Kapellskar-Mariehamm y pintado el casco, en grandes caracteres en color rojo, con el nombre de Viking Line.
En abril de 1984 el buque fue vendido a la compañía marroquí COMARIT, también participada por Fred. Olsen & Co., siendo abanderado y matriculado en Tánger con el nuevo nombre de “Bismillah”. Esta nueva etapa tuvo un desarrollo parecido a la anterior, pues en invierno realizó el transporte de hortalizas de Marruecos a los mercados europeos y en verano cubrió la línea Tánger-Algeciras. Al menos en dos ocasiones fue relevado por el ferry marroquí “Bismillah” –que no era otro que el antiguo “Buenavista”–, con motivo de las varadas anuales reglamentarias.
En diciembre de 1994, junto al “Bañaderos”, abrió la línea Tenerife-Agaete
Volvamos al segundo “Benchijigua”. Convertido en protagonista indiscutible del progreso de La Gomera, a bordo se vivieron muchos momentos felices y también algunos muy tristes. El más penoso de todos ellos fue con motivo del grave incendio forestal que afectó a los montes de la isla en septiembre de 1984 y en el que perdieron la vida una veintena de personas, entre ellas quien entonces era gobernador civil de la provincia, Francisco Afonso Carrillo. Y entre los momentos agradables recordamos la salida de la Gran Regata Colón 92, el 13 de mayo del citado año.
A finales de octubre de 1994 el buque fue rebautizado “Bajamar”, mientras que dicho nombre pasó a otro ferry de mayor dimensiones adquirido en Dinamarca, ex “Djursland”, incorporándose en diciembre de ese mismo año, en unión del ferry “Bañaderos” –ex “Pride of Cherbourg”, ex “Viking Voyager”– a la nueva línea entre Santa Cruz de Tenerife y Agaete (Gran Canaria).
El contralmirante Leopoldo Boado y Endeiza y su equipo habían cedido sus responsabilidades a una nueva dirección, de la que formaron parte Fred. Olsen jr., Guillermo van de Waal, Juan Ramsden Iraurgi e Ivar Olson Lunde. En el plazo de cinco años, la compañía dio un giro radical y los ferries convencionales –incluidos los buques “Betancuria” (2º) y “Buganvilla”, adscritos a la línea Corralejo-Playa Blanca– dejaron paso gradualmente a las embarcaciones de alta velocidad. Ferry Gomera, S.A. evolucionó a Fred. Olsen, S.A., con la apertura de nuevas líneas, incremento de personal de flota y tierra y estreno de nueva sede.
En el verano de 1999, cuando ya se había incorporado el primer “fast ferry” de Fred. Olsen Express, el buque “Bajamar” fue fletado a la compañía portuguesa Açor Lines y pintó en el costado, en grandes caracteres, el nombre de “Cachalote”. Luego vino una larga etapa de amarre en el puerto tinerfeño –el de su matrícula naval– y en junio de 2001 fue vendido a la compañía filipina SAM Inc., con sede en Manila, siendo abanderado en St. Vincent & Grenadines con el nuevo nombre de “Blessed Mother”.
Transcurrieron nueve años en los que el buque estuvo navegando por el archipiélago de Filipinas y en 2009 fue vendido a la sociedad indonesia Atosim PT Pelayaran Lampung, siendo rebautizado con el nuevo nombre de “Bahuga Jaya”. Tuvo un trágico final. A las 05.40 hora local del 26 de septiembre de 2012 se hundió después de chocar con el buque gasero “Norgas Cathinka”. La tragedia ocurrió a unas cuatro millas de Bakauheni Port, en el estrecho de Sunda. A bordo viajaban 213 pasajeros y tripulantes y según las noticias del momento, hubo ocho muertos. Su gemelo “Buenavista”[2] también tuvo un triste final.
Notas
[1] El proyecto de los nuevos buques estaba definido a finales de 1969 y el contrato para la construcción del primero de ellos se firmó el 30 de abril de 1970. El 27 de febrero de 1971 se procedió a su botadura con el nombre de “Buenavista” y el 1 de junio del citado año se entregó a Fred. Olsen & Co., siendo matriculado en el puerto de Kristiansand. El coste final ascendió a la cantidad de 32,5 millones de coronas noruegas.
[2] Después de 22 años al servicio de COMARIT y cuando el buque contaba casi 34 años de vida marinera, en abril de 2006 fue vendido a la compañía mexicana Naviera San Miguel, siendo rebautizado con el nuevo nombre de “El Arcángel”. El comienzo de esta nueva etapa estuvo plagado de notables incidencias de diversa naturaleza y acabó como era previsible. El 12 de noviembre de 2007, con el barco averiado y soplando muy mal tiempo en Puerto Morelos, rompió amarras y encalló sobre un arrecife, en un espacio natural protegido, reavivándose una agria polémica local sobre la presencia de barcos viejos en la zona y el tráfico de influencias para otorgar la licencia de navegación. Transcurrieron ocho meses hasta que pudo ser reflotado y, finalmente, en octubre de 2008 fue desguazado, acabando así la vida marinera del antiguo “Buenavista”.