Benigno Carballo Wangüemert: insigne economista y educador

Benigno Carballo Wangüemert nació en Los Llanos de Aridane, isla de La Palma, el 13 de febrero de 1826. Realizó sus estudios en la Universidad de La Laguna, en Tenerife, pasando más tarde a la de Sevilla donde se licencia en Jurisprudencia.

Establecido en Madrid en 1850, se doctoró por la Universidad Central, dándose a conocer desde entonces como un relevante periodista, colaborando en La Revista de Instrucción pública, La Tutelar, Las Antillas, La Iberia, entre otras, fundando y dirigiendo también Las Canarias.

En 1855 ocupó la cátedra de Economía Política en la Escuela de Comercio de Madrid, publicando ese mismo año el primer volumen de su obra Curso de Economía Política, obteniendo a partir de ese momento una merecida y brillante reputación como economista.

Destacó además como un gran defensor del librecambio, destacando como un orador brillante en el Ateneo y en la Bolsa de Madrid.

Igualmente fue socio fundador de la Sociedad Libre de Economía Política, así como  de la Asociación para la Reforma de los Aranceles de Aduanas, participando en ambas con claros discursos a favor de la libertad de comercio, siendo designado por ambas sociedades para que las representara en el Congreso Nacional del Impuesto celebrado en Lausana, Suiza.

Dos años antes de su muerte publicó Las Afortunadas. Viaje descriptivo a las Islas Canarias, en la que llevó a cabo una profunda descripción de la situación social y económica del Archipiélago manifestándose como un agudo analista de los problemas, fundamentalmente económicos, de las islas.

Benigno Carballo Wangüemert, insigne economista y educador, falleció en Madrid el 17 de abril de 1864. Por petición popular, se colocó una placa en la casa en la que nació con el siguiente texto:

Homenaje popular la ilustre economista D. Benigno Carballo Wangüemert. Nació en esta casa el 13 de febrero de 1826. Murió en Madrid el 17 de abril de 1864.

2 de julio de 1906

Igualmente, el Ilustrísimo Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, y para perpetuar su memoria, ordenó la rotulación de una de las calles del municipio, cerca de su casa natal, con el nombre de Benigno Carballo.