Espacio de opinión de La Palma Ahora
Tajadre en Navidad
La Navidad es una época que se caracteriza por el encuentro y reencuentro de familiares y seres queridos. Es la época del año en la que dejamos de lado las preocupaciones cotidianas para reavivar con nuestras acciones y deseos los mejores sentimientos, bajo el común denominador de la solidaridad. En estas fechas, la voz de la tierra expresa su regocijo a través del folklore de los pueblos: “Las rondallas al cantar elevan lo popular del villancico festero, al sin igual cancionero de La Palma en Navidad”. Desde hace muchos años, los villancicos forman parte de ese folklore que ha arraigando, gracias a las rondallas de “Lo Divino”, en la tradición cultural de nuestra Isla. Y la agrupación folklórica “Tajadre” es parte de esa tradición que nos llega con aire fresco y aliento nuevo cada mes de diciembre. Un año más, nos disponemos a vivir lo entrañable de estas fiestas hecho canto. Este sábado “Tajadre” nos convoca a la cita navideña de la Plaza de España de la capital palmera. Estamos seguros que, junto a la veterana agrupación, los solistas Juan Martín, Rosina Herrera y Anelio Gibrán suavizarán, con cantos de fe y esperanza, con la sensibilidad y el hechizo de sus voces, la crisis que ha hecho mella en tantos palmeros. “Aquellos que, como dijo Antonio Gala, desearían que los dejasen comer un huevo duro y un yogour, de pie, mirando a ningún sitio, con los ojos demasiado secos para ver, o demasiado arrasados en lágrimas”.
El villancico es la composición navideña por excelencia… Y, desde mediados del pasado siglo, la Isla de La Palma representada en sus rondallas, en las voces de sus hijos, canta a la Navidad. Los componentes de las rondallas nos recuerdan a los pastores que se acercaron al Portal de Belén, en una recreación que se hace cada año, durante las nueve noches anteriores a aquella que conmemora el nacimiento de Jesús. El recital de “Tajadre” este fin de semana con el Coro y profesores de la Escuela Insular de Música, y los solistas mencionados, fabricarán una velada inolvidable. Voces alborozadas con rumor de pinos cumbreros y temblor de platanales, con ese runrún del oleaje al abrazarse con la arena. Son la expresión de nuestros villancicos: cadencia, alma, corazón y sentimiento.
Los pueblos perviven a través de los símbolos. Y el recital de “Tajadre” en el emblemático recinto de la capital palmera comienza a ser un hito, un mensaje desnudo y real de cómo son y de cómo se viven estas fiestas en nuestra ciudad. De cómo los palmeros hemos asumido la costumbre cultural de los villancicos, en muchos casos procedente de otros lugares, hasta hacerla nuestra, y entregarla luego de forma mucho más armoniosa, rica y bella que como la encontramos. “Tajadre” rompe con sus notas el silencio del primer lucero y el hechizo de un suspiro nos conmueve en la Plaza de España. Llegó Navidad. Palmeros y visitantes somos especialmente sensibles a este tipo de manifestaciones. Hemos logrado que no pasen de moda, sino que formen parte de la cultura como algo genuino y auténticamente nuestro, con el sonar de guitarras y bandurrias; requintos, timples y panderos. Como escribiera el poeta: “Cantares de mi ciudad / que con luces se engalana / cuando el requinto suena / y se disparan las salvas. / Nochebuena de mi tierra, / villancico y esperanza / con sonar de pandereta, / timple, laúd y guitarras.” Perdonen que me aproveche del recital de Tajadre, este sábado 13 de diciembre, para desearles una Feliz Navidad.
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