Tensión muscular

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La ansiedad es una emoción que aparece como respuesta a eventos difíciles o conflictivos. Muchas veces esos eventos pueden ser reales, y otras también podemos sentir ansiedad debido a determinados pensamientos que tenemos y que están algo distorsionados con relación a la realidad. La respuesta del cuerpo ante esa percepción de peligro (como ya he dicho, a veces incluso viendo peligro donde realmente no lo hay) es esta ansiedad de la que hablamos y se manifiesta en el cuerpo de diferentes maneras. Esta emoción, como respuesta primaria que es y que nos ayuda a enfrentar conflictos o peligros, nos prepara para luchar o huir de la amenaza real o imaginaria y para ello se producen en el cuerpo una serie de reacciones que nos ayudarán a ello: se acelera la respiración, aumenta la frecuencia cardíaca (de ahí que sintamos como el corazón late cuando estamos nerviosos) y tensa los músculos para propiciar ese “luchar” o “salir corriendo”.

Todas estas reacciones son beneficiosas en un primer momento porque nos ayudan, preparan nuestro cuerpo para enfrentar y superar todos aquellos retos que aparezcan. Pero si esa ansiedad o estrés se mantiene en el tiempo y con ello la tensión muscular, toda esa emoción acumulada puede reflejarse especialmente en la musculatura cervical. En este punto es importante reseñar que no todos los dolores cervicales vienen dados por estrés y que un profesional médico tiene que haber descartado daños orgánicos en esa zona.

Y no solo aparecen las molestias cervicales. También pueden aparecer en la zona lumbar. De hecho, uno de los dolores de cabeza más comunes recibe el nombre técnico de “cefalea tensional”, ya que se debe a la tensión (inconsciente) de los músculos de la zona (cara, cuello, hombros).

Es por ello por lo que se hace necesario dedicar tiempo a la relajación, ya que las emociones de las que hablamos, sostenidas en el tiempo, tienen un impacto en nuestra salud tanto física como mental. Existen diferentes técnicas de relajación, como la respiración diafragmática o la relajación muscular progresiva de Jacobson, que precisamente tiene en cuenta este aspecto de la tensión muscular de la que aquí hablamos.

Si bien puedes intentar probar estas técnicas por tu cuenta, siempre es recomendable que estén guiadas por un profesional. Se sabe que determinados estiramientos o la realización de pilates pueden ser beneficiosos para esto (por supuesto, también guiados por un profesional). Sería interesante considerar acudir a un fisioterapeuta, ya que es el profesional que mejor conoce tus músculos. Como ves, la salud se trata de un tema multidisciplinar e incluir diferentes profesionales, cada uno en su ámbito de actuación puede ayudarte a lograr una salud integral.

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