Los 12 futuros

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El horóscopo es una práctica (lamentablemente todavía utilizada por diversos medios de comunicación) que afirma poder predecir el futuro y la personalidad de las personas en función del día de su nacimiento. De hecho, la palabra viene del griego y está formada por “hora” y skopein (que significa observar) refiriéndose al hecho de que, dentro de esta práctica, para adivinar el futuro y la personalidad de alguien, es necesario tener en cuenta la hora y fecha del nacimiento de la persona.

Dependiendo de dicha fecha, se le asigna automáticamente uno de los 12 signos propuestos por el horóscopo, cada uno con sus características propias que interactúan con la ubicación de ciertos astros en el cielo, dando lugar a la predicción del futuro de cada persona y su signo. Es curioso porque de ser esto cierto, estaríamos aceptando que de los miles de millones de habitantes del planeta, solo existen 12 futuros posibles.

La realidad es que esto no es así y el devenir de los acontecimientos vitales tiene que ver mucho más con el entorno donde la persona se desenvuelve. Estarás de acuerdo conmigo en que, por mucho que compartan signo, una persona de Alemania y otra de Filipinas tendrán destinos muy diferentes. De esto podemos deducir que, más que del momento del nacimiento y la colocación de los astros, las oportunidades de las personas tienen que ver más con el lugar dónde han nacido y el entorno donde se desarrollan.

¿Por qué seguimos creyendo en el horóscopo? Existen varias explicaciones. Por un lado, nos da miedo el futuro y la incertidumbre, y preferimos aferrarnos a esta ilusión de control. Además, se ha descrito muy bien el llamado efecto Forer por el cual tendemos a dar por válidas las descripciones que hacen sobre nosotros, especialmente cuando estas son genéricas y ambiguas. La literatura científica cuenta con numerosos experimentos donde a un grupo de personas se les lee la misma descripción de los horóscopos, aunque cada uno tenga un signo diferente. Por supuesto, ellas no saben que todos los participantes se les lee la misma, ya que se les ha dicho que a cada persona se les leería su signo. La “sorpresa” es que, aunque se les ha leído una descripción arbitraria, todos afirman que esta es muy precisa a la hora de describirles.

Dejando de lado estos fenómenos psicológicos por los que tendemos a creer temas que no son reales, existen personas a las que les interesa que pienses que tu forma de sentirte se debe a la posición de los planetas en lugar de lo que ocurre aquí, en el planeta Tierra. Pero la realidad es que tu malestar, tenga más que ver con unas malas condiciones laborales, problemas en casa, dificultades económicas, etc. Por supuesto, también hay factores individuales a los que los psicólogos préstamos atención, como ciertas conductas o formas de pensar que agravan o mantienen algunos problemas.

Lo que de verdad me preocupa no es que los medios de comunicación sigan perpetuando las creencias en este tipo de pseudociencias sino que algunos profesionales de la salud mental incorporen este tipo de prácticas en su práctica clínica con el fin de tratar algunos problemas psicológicos. Si el profesional que te atiende echa mano de ello, busca alternativas. Elige y exige calidad en tu atención psicológica. No hay salud sin salud mental.

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