Espacio de opinión de La Palma Ahora
Un pobre de espíritu acabó con la noche mágica
Queridos amigos:
Me preocupa esta Isla, y no precisamente por sus volcanes, o por la falla de la Cumbre Vieja, me preocupa por su gente.
Mi madre, la noche anterior a salirse del cuerpo, tuvo un brote de lucidez, me dijo que había subido al cielo, y que en él, le habían dicho que cuidadito con La Palma, que se iba a armar una grande en ella, que iba a venir una ola grande, muy grande (entendí después, ahora mismo, cuando estoy escribiéndoos, de que era una ola metafórica), pero que no iba a pasar nada, que no nos preocupásemos, que en La Palma nunca ocurre nada.
Ese pensar, como mismo tuvo mi madre aquella última noche en su cuerpo, es algo que vengo escuchando desde que yo era niño, es como crearnos una barrera mental que nos dice que lo malo solo puede ocurrir fuera de nuestro horizonte, pero lo que observo con los años me viene comentando todo lo contrario, que sí, que ocurre algo, y que puede ocurrir mucho más, mientras se sigue diciendo, hasta con estadísticas, que aquí no ocurre nada, que esta Isla es un remanso de paz, cuando su historia, y el día a día, dicen todo lo contrario. Voy a haceros recordar de la historia, solo el genocidio guanche y los asesinatos del franquismo durante la guerra civil, del día a día, voy a deciros alguito.
Este viernes, un pobre de espíritu, de la edad de mi hija, rocía de gasolina y prende fuego a Laura, que es de la edad de una de mis otras dos hijas, a Laura, que había empezado a trabajar hace unos días, cosa que no pueden hacer centenares o miles de jóvenes palmeros ¡Pero somos la Isla Bonita, con un cuarenta por ciento de paro y la última del archipiélago! Este pobre de espíritu, acabó con la alegría de la noche más mágica de la Isla, para imprimirnos un dolor, como fuego, que no nos lo vamos a poder sacar nunca de nuestra memoria. A partir de este viernes, siempre que hablemos de la alegría de los pobres, de dinero, enanos de la Bajada de la Virgen del 2015, tendremos que hablar de la pena que nos ha infringido a todos, palmeros o no, este pobre chico desalmado, este pobre de espíritu ¡De la peor de las pobrezas!
¿De dónde surge la pobreza de espíritu? La gran mayoría de las veces de las condiciones sociales. ¡No lo estoy justificando, solo ahondando en él! No creo que sea algo endémico en el ser humano ser malo ¡Con todo lo visto en la historia, sigo estando con Rosseau! El ser humano es bello, generoso ¡Pero a lo que se llega, ahí está la historia, y este hecho, que lo corrobora!
Nos hacemos la paja mental de que en esta Isla no ocurre nada, y que no ocurrirá nunca, pero ya tenemos nuestro fatídico 10J (nuestro diez de julio palmero), como un frío puñal sobre nuestras cabezas ¡Como si julio ya no estuviese bastante bañado en sangre para los españoles, después del 18 del 36!
Hace tres o cuatro días, los cuatro ocupantes de un lujoso Mercedes Benz último modelo, colombianos, no tengo nada en contra de los de aquel país, en la puerta de la comisaría, con el tráfico parado, proferían insultos y amenazas contra la policía (¡Esta policía, de todos, no es la policía del franquismo!) y contra un pobre chico asustado, con cara de buena persona, que huía de ellos, por no sé qué mala maniobra, en una moto de cuatro ruedas, habían entendido los colombianos que el motorista había realizado ¡Aquella escena me dio la impresión de estar en Medellín!
Hace seis o siete días, en La Alameda, muy cerca de la Comisaría de Policía, unos chicos, de dentro de un coche, lanzan a la calle un cachorro de perro con collar y correa, y se alejan a toda leche. Las Monjas de La Cruz, que estaban allí, lo acogen y le andan buscando dueño. ¡Gracias Madres de La Cruz!
Hace unos meses, alguien, descerebrado, mata a puñetazos, en su casa, a su perro. Los vecinos alertan a la Policía. La escena al entrar la Policía al lugar del hecho es de espanto y vómito ¡Gracias mis buenos vecinos de la calle Pérez Galdós, gracias policías! Por esos días salen en facebook unas fotos de unos jovencitos sonriendo, con cervezas en mano, celebrando el ahorcamiento de un perro que sale en la imagen, también aquí, en la Isla Bonita
Hoy sé Mamá, que la ola a la que te referías un poco antes de morir tu cuerpo, no era una ola de mar, o un tsunami, era una ola de violencia. Estoy preocupado Mamá, pese a tus últimas sonoras palabras diciéndome que en La Palma nunca pasa nada, estoy muy preocupado, Mamá, porque estas cosas que digo, son solo la punta del iceberg de la violencia cotidiana que practica está Isla en la que nunca pasa nada. En la conversación que tuvimos la noche que te fuiste, te pregunté que cómo era el cielo, y me dijiste que no te gustaba, que te gustaba más la tierra, porque habían niños: yo, tu hijo, te digo ahora, que el viernes diez, por la mañana, subió una niña de veinte y siete años, casi de la misma edad que tus nietas, asesinada con llamas de fuego por su ex novio, una enfermedad muy extendida en el Planeta Tierra, y que ya llegó a La Palma. Pregunta por ella, está en el Jardín de los Recién Llegados, se llama Laura, y hazle unos merenguitos como nos los hacías a nosotros.
Besos Mamá, que aunque me llega todo tu amor desde donde estás, demasiado me hacen falta los tuyos, sobre todo cuando veo que ocurren cosas como estas.
Abrazos por El Lado del Corazón. Salud y Alegría Interior
Las Cosas Buenas de Miguel