Crisis de la vinícola ‘Hoyo de Mazo’
Recuerdo bien la ilusión
de comienzos de su historia
porque guardo en la memoria
cuando empezó su gestión.
Reticencias a montón
entre algunos majaderos,
con pequeños bodegueros
dispersos en la campiña
que se ha quedado sin viña
ni pipas en los pajeros.
Jócamo, 30.VII.2023
NOTA: Parece que fue ayer cuando unos comprometidos Carlos Fernández y Juan Fernando Tabares, me invitaron a dar una charla sobre el “paisaje vegetal de Villa de Mazo”, en los albores de la democracia a finales de la década de los setenta del pasado siglo.
Me dijeron: “Pedro, si nosotros, vinculados al PSOE, convocamos una reunión la gente va a pensar que es un mitin del partido y no asiste nadie. Si tú vienes a dar una conferencia, la gente viene a escucharte. Hablas de la vegetación del municipio, resaltas el protagonismo de los viñedos en la costa, y nosotros al final en el turno de preguntas, aprovechamos para vender la idea de promocionar una vinícola para el pueblo. Tú compartes con nosotros que el futuro del sector pasa por la profesionalización y tecnificación del mismo. Las bodeguitas individuales están muy bien para compartir un rato con los amigos, pero son inviables desde una perspectiva comercial”.
De acuerdo les dije. Cómo negarme a una propuesta honesta cuyo planteamiento compartía. Contagiado por la ilusión de ambos, olvidé algo fundamental: ¡pronto habría elecciones generales! Y claro, ello sirvió para que algunos vecinos (y amigos) vinculados a otros partidos, llegaran a retirarme temporalmente el saludo por venir a “hacer campaña con los socialistas”; ¡qué cosas tiene la política!
La historia es conocida; al final tras múltiples dificultades la “Vinícola del Hoyo de Mazo” salió para adelante. Con sus éxitos y miserias ha conseguido mantenerse a flote durante cuarenta años, hasta llegar a la penosa situación actual de estar abocada al cierre definitivo por falta de uva y de viticultores. Lástima.
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