“En el avión hablo de La Palma a los pasajeros para que conozcan sus tesoros”
El comandante Alberto Hevia, piloto de Iberia Express desde hace tres años y medio, en excedencia del Ejército del Aire, se ha hecho famoso porque en sus vuelos a La Palma se dirige al pasaje y durante unos minutos alaba las bondades del territorio insular. Nació en Avilés (Asturias) y está muy vinculado a Canarias. Los audios con sus palabras circulan por whatsapp y algunos palmeros proponen que se le haga un reconocimiento por la promoción turística que realiza de la Isla. “A mí me basta con aportar un granito de arena para ayudar a que alguno de los pasajeros que me escuche aprecie los muchos tesoros que tiene La Palma”, ha asegurado en una entrevista concedida a LA PALMA AHORA.
-¿Desde cuándo vuela a La Palma y con qué periodicidad?
-Hace aproximadamente 19 años. Soy comandante del Ejército del Aire en excedencia y tuve el privilegio de servir durante más de 12 en el 802 Escuadrón de Fuerzas Aéreas (SAR de Canarias). Desde allí, tuve la suerte de patrullar la totalidad del Archipiélago, conocer a sus gentes, sus costumbres, y como no, las maravillas de su territorio y bondades de su clima. También las de la Isla Bonita. En una segunda etapa profesional, trabajé para la ya extinta LTE International Airways, con base en el Aeropuerto de Gran Canaria, transportando turistas desde y hacia todas las islas canarias. Actualmente la periodicidad con la que vuelo a La Palma es menor de la que me gustaría, ya que el departamento de Programación de Iberia Express se encarga eficazmente de que todos los pilotos volemos a todos los destinos en que opera la compañía, evitando así caer en la monotonía y manteniendo a sus tripulaciones en estándares de preparación altísimos.
-¿Qué rutas realiza habitualmente?
-Actualmente vuelo a cinco islas del archipiélago canario, diversos destinos peninsulares y al resto de rutas europeas de nuestra compañía, Iberia Express: Francia, Alemania, Italia, Grecia, Holanda, Dinamarca, Suecia, Reino Unido e Irlanda.
-¿En todos los vuelos, cuando se dirige a los pasajeros, resalta las bellezas del territorio en el que va a tomar tierra?
-Hay tres destinos que han sido claves en mi vida: uno es Asturias, donde nací y donde cada vez que puedo voy a disfrutar como paraíso natural que es; otro, Galicia, porque diferentes hitos muy importantes de mi vida ocurrieron en ella, y por último, mis Islas Canarias, ese maravilloso archipiélago donde he pasado 15 años de mi vida. Mis hijos han nacido en Canarias, he realizado misiones reales ayudando a sus gentes, a marineros que faenaban en sus aguas, patrullando sus costas… Mil historias que contar y todas ellas en estas islas tan afortunadas. Por ello, cuando vuelo a alguna de estas tres comunidades, y siempre que las condiciones lo permitan, trato de dedicarles unas palabras. Y si además, como ocurre con La Palma, puedo compartir la experiencia que yo he tenido en ella, lo hago. Es una isla increíble. En un espacio muy pequeño puedes encontrar todos los climas que puedas imaginar; disfrutar del sol, de la lluvia tropical, bañarte es sus cristalinas aguas o ponerte ropa de abrigo para evitar el frío, y todo ello, el mismo día y en el mismo lugar. Visitar La Palma es descubrir infinidad de sensaciones en muy poco tiempo, disfrutar de la naturaleza, de la buena comida canaria, de gente que te acogerá con los brazos abiertos. La Palma es una isla para disfrutarla. Y sí, cada vez que vuelo a ella, le dedico unas palabras con todo el cariño del mundo, porque eso es lo que siento por todo el archipiélago y en especial por La Palma
-Los palmeros están muy agradecidos con la promoción que hace de la Isla, e incluso algunos han planteado que se le haga un reconocimiento. ¿Qué le parece esta iniciativa popular?
-Realmente, las palabras que le dedico en el avión a La Palma las siento. Me gusta compartir con los pasajeros que eligen Iberia Express para desplazarse hasta aquí, la maravillosa experiencia que yo he tenido cada vez que he estado en ella, porque es imposible irse de la Isla sin una cara de asombro y de felicidad después de haber disfrutado de la cantidad de cosas maravillosas que reúne. Por cierto, al que no le baste con la luz del día, la ruta de los volcanes a la luz de la luna llena es un placer indescriptible para los amantes del trekking, pese a que con luna llena no se den las condiciones óptimas para el avistamiento de estrellas, pero así quedará pendiente una segunda visita para cumplir el siguiente objetivo en la Isla. La satisfacción del deber cumplido es el reconocimiento que yo tengo cada día cuando me acuesto. La satisfacción de haber realizado mi trabajo lo mejor que sé, llevar a los pasajeros de un lugar a otro de una forma segura. Y si a ello puedo unir hacer su viaje algo más agradable y compartir con ellos mi experiencia de la forma más amena posible, habré conseguido mi objetivo del día. Pero mi intención no es ni mucho menos obtener ningún reconocimiento oficial. Me bastaría con aportar un granito de arena que sirva para ayudar a que alguno de los pasajeros que me escuche aprecie los muchos tesoros que tiene La Palma. Tarea fácil si tenemos en cuenta el carácter, la forma de ser, la amabilidad y el esmero de la sociedad palmera por mantener un entorno natural único. Así que un millón de gracias a todos.
-Dé un consejo para superar el miedo a volar
-El más sencillo es remitir a las estadísticas. Así de simple. En los números se encuentra una razón aplastante de un hecho evidente. Además, he tenido la suerte de haber volado a numerosos países, conocer a mucha gente del sector aeronáutico en todos sus ámbitos, trabajar en diferentes compañías -entre ellas algunas extranjeras- y en todas he sido partícipe de la seguridad con la que se operan las aeronaves. Específicamente en Iberia Express puedo afirmar con rotundidad que detrás de cada avión, detrás de cada vuelo, hay un grupo de profesionales que diariamente realizan su trabajo de una manera intachable, profesional y ejemplar para que nuestros pasajeros vuelen de una forma segura, cumpliendo con todos los requisitos que la normativa nos exige y haciendo de este medio de transporte el más seguro que existe. Y si a pesar de esto alguien tiene alguna duda, solo decir una última cosa: cada día que cojo mi maleta para ir al aeropuerto y realizar mi trabajo, deposito mi más absoluta confianza en el equipo de profesionales que han trabajado en el avión que voy a volar, que, aunque no les vea, y a muchos ni conozca, forman parte de un engranaje eficaz que me permitirá volar de una manera segura. Aunque se nos vea poco, el último eslabón de esa cadena, la tripulación del vuelo, recibe una preparación constante para estar perfectamente formada y que todos los pasajeros puedan compartir con nosotros la ilusión por volar. Nos vemos en el próximo vuelo de Iberia Express.