“Me gustaría concluir un proyecto fotográfico que inicié en el Sudeste Asiático”
Como fotoperiodista y documentalista gráfico, fija su mirada en “la relación que tiene el ser humano con el medio que le rodea, tanto el espacio físico como las interrelaciones personales”. El palmero Daniel Rodríguez Cabrera, Daniel Roca, que acaba de ser galardonado con el tercer premio en la categoría de retrato individual del prestigioso premio internacional POY Latam, lleva más de una década dedicado a fotoperiodismo y al documentalismo gráfico. “El fotoperiodismo no deja de ser un género periodístico como cualquier otro. El fotoperiodista busca capturar una noticia con una imagen, no te cuenta nada más allá del momento concreto, no te explica el contexto. Se basa más en la actualidad, en lo que está sucediendo en ese momento. Sin embargo, la fotografía documental va más allá, ésta es una de las principales diferencias. Tiene una profundidad de la que el fotoperiodismo carece, una historia común, y es donde realmente me encuentro cómodo”, ha asegurado en una entrevista con La Palma Ahora.
Daniel Roca viajó a Bangkok en 2014. “Estuve en las protestas antigubernamentales donde el propio gobierno tailandés impone el estado de excepción en enero de ese año ante el aumento de la violencia relacionada con las manifestaciones que empezaron en 2013. Digamos que el ambiente era un poco tenso, y más con unas elecciones generales a la vista, que se celebraron en febrero pese al boicot de la oposición. Al menos hubo nueve muertos y más de 500 heridos desde el inicio de las protestas”, recuerda.
Ejercer el fotoperiodismo es una empresa compleja. “A veces los beneficios de los propios proyectos son los que sirven de financiación para comenzar otros nuevos, algo que no es muy común; de un trabajito de aquí y otro de allí (risas) y así va uno encaminando todo. Trabajar de forma independiente no es fácil, porque no tienes detrás grandes agencias y medios de comunicación que te respalden”, asegura.
El galardón que ha logrado Daniel Roca, el POY Latam, reconoce la excelencia en la fotografía documental y artística de Iberoamérica. “Este premio supone para mí un gran impulso, sobre todo moral, para superar las dificultades generadas por la propia dinámica de esta profesión”, dice.
La fotografía galardonada pertenece a “un proyecto que está un poco en el aire aún y prefiero no dar muchos detalles, pero habla un poco de la pérdida tanto de aptitudes como actitudes, esos recuerdos acumulados durante toda una vida que se van difuminando cuando se llega a una edad avanzada…de ahí la subexposición de la fotografía. Esa cara que se va perdiendo en la oscuridad, como algo difuso”, detalla.
A este fotoperiodista palmero no le entusiasma hablar de lo que está aún por venir, pero reconoce que algún proyecto tiene en mente. “En realidad no me gusta pensar mucho en el futuro. Nos pasamos el tiempo pendientes de lo que pasará o qué vamos a hacer y no disfrutamos de hoy y del momento en el que nos encontramos, pero sí me gustaría concluir algún trabajo que inicié durante mi estancia en el Sudeste Asiático, y comenzar algún proyectito que me ronda por la cabeza”.