Los pescadores que mataron tres langostas herreñas en La Palma pueden enfrentarse a dos años de cárcel
Los dos pescadores furtivos que supuestamente capturaron y dieron muerte en días pasados a tres ejemplares de langosta herreña (Panulirus Echinatus) en aguas del norte de La Palma pueden enfrentarse a penas de cárcel al tratarse de ejemplares que se encuentran en el Catálogo de Especies Amenazadas en Peligro de Extinción.
Los delitos contra la flora y la fauna que se encuentra protegida por la normativa pueden ser castigados en el Código Penal con penas que van entre los seis meses y los dos años de prisión o multas de 8 a 24 meses, además de las condenas accesorias como inhabilitación para pescar por un periodo de entre dos y cuatro años.
Los pescadores furtivos, naturales de Tenerife, fueron sorprendidos en el mar por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en La Palma cuando realizaban pesca submarina en una zona no permitida de las aguas interiores del norte de la Isla con una embarcación tipo zodiac de gran potencia. Los dos hombres tenían, además, “pescado capturado de forma furtiva, que junto con las tres langostas arponeadas (un ejemplar macho de excepcional tamaño y dos hembras ovígeras que se localizaron en una nevera bajo los asientos del barco), fue decomisado”, informó el instituto armado.
El macho de langosta capturado era el segundo de mayor tamaño de la especie, el segundo más grande que tienen censados los científicos, como ya informó este digital. Expertos en biología marina han destacado que “no hay precedentes en La Palma de un delito de esta magnitud en el medio marino, es el más grave que se ha cometido”. El censo de langosta herreña efectuado por la Reserva de la Biosfera de La Palma en 2013 registró en la Isla tan solo 75 ejemplares de esta especie, que tiene el mismo nivel de protección que el lince ibérico, el oso pardo o el urogallo.
A estos dos pescadores se le han formulado un total de once denuncias administrativas, incluidas las de carecer de licencia de pesca y haber sobrepasado el tope máximo de capturas, según la Guardia Civil. Las langostas capturadas, presumiblemente, iban a ser vendidas en Tenerife.
Además, se da la circunstancia de que “sobre uno de los pescadores furtivos pesaba una sentencia judicial que le impedía tener o portar cualquier clase de arma, por lo que también se le investiga por un delito de quebrantamiento de condena al tener un fusil de pesca submarina con el que se llevó a cabo la pesca ilegal”, precisó la Guardia Civil.
Este caso se encuentra en fase de instrucción en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz de La Palma.