Los recursos pesqueros de La Palma “están muy castigados”

Los recursos pesqueros de La Palma “están muy castigados en general”, según ha señalado a este digital el biólogo e investigador José Juan Castro Hernández, profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). “Es una isla que tiene muy poca capacidad de producción porque la plataforma es muy, muy estrecha, está muy pegada a la orilla, y la cantidad de peces que pueden vivir en ella es muy pequeña, y encima tenemos una presión pesquera muy importante, con un furtivismo relativamente elevado que hace competencia desleal a los pescadores profesionales y que utiliza métodos tan poco recomendables como la dinamita”, asegura, y subraya que “la situación es un poco complicada”.

En Canarias, en general, destaca, “hay, aproximadamente, un 90% menos de peces para ser capturados que hace 50 años debido a la sobrepesca recreativa y profesional y la contaminación del océano, que han ido degradando el sistema”. “Estamos en una situación de sobreexplotación, hay consenso en que los sistemas insulares están sobreexplotados”, reitera.

“La Reserva Marina de La Palma fue una respuesta a la demanda de los pescadores por la escasez de recursos, porque cada vez capturaban menos, para intentar reducir la presión pesquera”, recuerda el profesor Castro Hernández. “Aseguraban que los recursos estaban quemados”, añade.

Este investigador resalta que “antes se pescaban meros enormes, pero cada vez hay menos peces y no los dejamos crecer, existe un agotamiento de recursos de una forma exagerada”. “Las pérdidas de producción biológica generan pérdidas al sector pesquero artesanal, que va abocado a la desaparición”, advierte.

En el Archipiélago, sostiene este investigador, “la estrategia de explotación actual ha provocado una significativa reducción de la productividad biológica y genera pérdidas económicas que conducen al sector de pesca artesanal a la desaparición”. “Está claro que se requiere un cambio de modelo que ha de llevar aparejado no solo un nuevo marco jurídico sino también una nueva forma de pensar y actuar”, remarca.

Como causas de la situación actual de los recursos pesqueros de Canarias apunta “problemas del modelo de gestión y una normativa compleja, con diferente régimen competencial y escasas dinamicidad”. Añade “excesivas injerencias externas (arbitrariedades y pérdida de objetividad), vigilancia inadecuada, especies sobrepescadas, excesivo poder de pesca (profesional y recreativo), conflictividad social y escasas expectativas de futuro”. En la misma línea, señala que “no existen registros históricos de captura profesional anteriores a 2006, ni registros históricos, ni recientes de las capturas realizadas por el sector de la pesca recreativa”. Asimismo, resalta la ausencia de “programas rutinarios de seguimientos científico sobre el impacto de la pesca en especies y ecosistemas y de seguimiento del estado y grado de uso de las inversiones e infraestructuras públicas destinadas a la pesca”.