El tesoro nocturno de La Caldera de Taburiente

Orejudo canario (Plecotus teneriffae).

Martín Macho

El Paso —

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La Caldera de Taburiente, el espectacular templo de la Naturaleza de La Palma, contiene un tesoro fuanístico nocturno poco conocido. El descomunal cofre de la biodiversidad de La Palma, además de joyas vegetales únicas en el mundo, como el tajinate rosado, también alberga un valioso patrimonio faunístico, integrado por especies como el búho chico (Asio otis), rapaz frecuente en Canarias, el murciélago Orejudo canario (Plecotus teneriffae) o la salamanquesa (Tarentola delalandii), un endemismo insular que, con un poco de suerte, se puede contemplar cuando cae la noche.

Ramón Peña Díaz, guía del Parque Nacional de La Palma y guía Starlight, explica que el Orejudo canario “es el más representativo de los murciélagos en Canarias y está presente en La Palma junto a cuatro especies más”.

Otras ‘joyas’ del tesoro nocturno de La Palma

También cita al Opillion (Bunochelis sp.). Este insecto, explica, “aunque parezca una araña, no lo es y puede verse en oquedades o fuentes que emitan calor”. Se alimenta de micro organismos, detalla.

Incluye asimismo a la Esfinge de las Tabaibas (Hiles euphorbiae lineata) mariposa nocturna de hasta 70 milímetros, igualmente frecuente en Canarias, así como a la Mariposa del Sauce ( Yponomeuta giga ), endemismo canario, cuya oruga habita en los sauces, y a la Ascotis Fortunata, mariposa nocturna frecuente en los pinares de canarias (endemismo macaronésico).

Recientemente, con motivo del Día Europeo de los Parques, celebrado el pasado 24 de mayo, se organizó de forma excepcional una actividad centrada en los tesoros nocturnos del principal recinto natural protegido de La Palma. Corrió a cargo de Ramón Peña, guía del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente y guía Starlight. Comenzó, a las 20:30 horas en la sala de proyecciones del Centro de Visitantes de El Paso. Acudieron 15 visitantes (cupo que se había pedido como máximo), la mayoría de la península y otros de la Isla.

La actividad se realizó, señala, “en la explanada anexa al Centro de Visitantes donde el campo de observación no es malo y la limpieza del cielo esa noche y la mínima incidencia de luz artificial nos permitía disfrutar de un cielo estrellado magnífico. Hiciemos una pequeña introducción a los movimientos de la Tierra, la calidad de los cielos de La Palma, mitología, leyendas, descripción de constelaciones, planetas, tipos de estrellas, además de poner en uso algunas aplicaciones con el móvil que nos permitían ver el cielo”.

Esta iniciativa, apunta, “no es común y no la ofrece el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente”. Se llevó a cabo porque “da la casualidad de que, además de guía del Parque, también soy guía Starlight y con motivo de la celebración del Día Europeo quisimos darle una óptica diferente al público más encaminado a las visitas diurnas y destacar, nunca mejor dicho, los grandes y pequeños tesoros que albergan nuestras noches”.

“La gente”, concluye, “salió muy contenta, satisfecha y con ganas de saber más”.

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