¿Es bueno para el turismo el teleférico de Tejeda?
El debate sobre el teleférico de Tejeda, como serpiente de verano, aparece y desaparece cada cierto tiempo y últimamente, parece que se presenta de nuevo, esta vez con más fuerza que nunca. El promotor es hombre de ideas claras y creo que esta la tiene clarísima.
He leído estos días un artículo de Michel Jorge Millares sobre el tema, que es bastante ilustrador y creo que puede servir de base para empezar a documentar y enfocar de forma seria y profesional el asunto, antes de que los defensores del inmovilismo turístico empiecen a poner peros sin ni siquiera entrar en detalles.
Desde luego, no se puede negar que la instalación del teleférico sería una dotación de infraestructura turística muy importante para la comarca y para toda la isla de Gran Canaria, y que los paisajes y descubrimientos del viaje aéreo en las cabinas instaladas proporcionarían emociones a los visitantes, imposibles de lograr sin disponer de las instalaciones que se proyectan en las cumbres de nuestra isla y el turismo, cada día más, es búsqueda de emociones.
Todas las opiniones de expertos coinciden en que tenemos que dotarnos de instalaciones que propicien la complementariedad a nuestra principal actividad turística que, como todos sabemos, es el disfrute del sol y de las playas aprovechando nuestra envidiable climatología. Este es el reto.
El reto es grande y me imagino que el promotor lo tiene bien estudiado y sabe dónde se está metiendo.
Es un triple reto:
1.-saber explicar bien el proyecto a la opinión pública, para evitar que pase lo que nos pasó con el Auditorio Alfredo Kraus, que estuvo casi dos décadas esperando a que se decidiera su ubicación definitiva.
2.- El reto técnico que supone el proyecto, no solo en su diseño y ejecución, que debe ser de vanguardia y dotado de las más modernas tecnologías disponibles, sino todos los estudios de impacto, de implantación y de consecuencias para el territorio y para la economía de la zona, incluyendo el impacto laboral.
3.- El reto que supone la puesta en explotación de un negocio de ese tipo, que como bien apunta el promotor puede llegar a ser, si se sabe enfocar adecuadamente, un extraordinario parque temático natural vertebrado por la nueva instalación turística.
Desde hace bastante tiempo he defendido que hay que lograr la excelencia turística para Gran Canaria (y para el resto de las islas, por supuesto), y creo que estamos ante una oportunidad de oro para dar un pequeño paso adelante en la dotación de infraestructuras para el turismo en la isla, que con el paso del tiempo puede llegar a ser un gran paso y un vehículo potenciador de uno de nuestros más conocidos y maravillosos iconos insulares: El Roque Nublo.
Tendremos que ir estudiando el tema sin apasionamientos y pensando claramente si estamos dispuestos a dar pasos adelante en pro de dotarnos de las infraestructuras que el turismo de los años venideros nos exige. Teleféricos hay en los parajes más maravillosos del mundo, desde Rio de Janeiro con su famoso Pan de Azúcar, hasta el más cercano del Teide en Tenerife, el nuestro puede ser precioso y destacar entre todos ellos.
Hay que profundizar en el conocimiento del proyecto y cuando estemos lo suficientemente documentados nos posicionaremos sobre él. Empresarios con ganas y con capacidad de invertir en el sector complementario del ocio turístico, la verdad, no nos sobran. En principio parece que el proyecto puede ser interesante. Si es bueno para el turismo, y respetuoso con nuestro entorno, es bueno para todos.
José María Barrientos