Carromero, a la espera de que arranque el proceso para su repatriación

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

El dirigente de Nuevas Generaciones (NNGG) del PP Angel Carromero permanecía este lunes en el centro de seguridad '100 y Aldabó', en La Habana, a la espera de que el Gobierno español inicie las gestiones diplomáticas oportunas con las autoridades cubanas para conseguir su repatriación, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.

Hoy vencía el plazo de 10 días para que la Fiscalía y la defensa de Carromero pudieran recurrir la sentencia que condenó al español a cuatro años de privación de libertad por el homicidio imprudente de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, fallecidos el pasado 22 de julio después de que el coche que Carromero conducía se saliera de la vía y chocara contra un árbol.

Si ninguna de las dos partes recurre la sentencia, como es de esperar, a partir de las 23.59 de hoy (hora cubana) la sentencia será firme y las autoridades españolas iniciarán entonces las gestiones encaminadas a conseguir traer de vuelta a España a Carromero.

El dirigente de NNGG ha renunciado a presentar recurso para favorecer precisamente que estas gestiones comiencen cuanto antes, ya que si apelara el proceso se prolongaría durante varios meses más.

Carromero tiene tres opciones que le permitirían regresar a España. El Gobierno cubano podría indultarle, pero esta alternativa se considera altamente improbable, de manera que el Gobierno de Mariano Rajoy trabaja principalmente con dos escenarios.

El más beneficioso para Carromero, descartado el indulto, sería que el Gobierno cubano le dejara en libertad expulsándole del país.

El Código Penal cubano, o Ley 62, estipula en su artículo 46.3 que el Consejo de Ministros “puede decretar la expulsión del extranjero antes de que éste cumpla la sanción principal impuesta”, que se declarará “extinguida”. Es decir, que Carromero podría regresar a España sin que tuviera que responder aquí de ninguna responsabilidad penal.

En caso de que el régimen castrista no quisiera expulsarle, a Carromero le quedaría otra opción. Podría beneficiarse de un traslado para cumplir en España la condena, siempre según “los casos y en la forma establecidos en los tratados”, dice la Ley 62.

España y Cuba tienen un convenio bilateral para el traslado de personas condenadas que data de 1998 y podría aplicarse en el caso de Carromero. Para poner este acuerdo en marcha, lo primero que se precisa es que la sentencia sea firme.

En base a ese convenio, España tendría que ofrecer a Cuba una “indicación aproximada de cómo se cumplirá la condena en el Estado de cumplimiento y la fecha de extinción de la pena o medida”. El acuerdo permitiría deducir “íntegramente” a la condena el tiempo que Carromero ha pasado en prisión provisional.

Como la pena impuesta a Carromero es menor a cinco años, si Cuba autorizase el cumplimiento de la pena en España, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, podría conceder directamente a Carromero el tercer grado sin necesidad de que tuviera que cumplir una parte de su condena en prisión, en virtud de la Reforma del Código Penal de 2003, explican a Europa Press fuentes penitenciarias.

Con el tercer grado, un preso sólo tiene que pernoctar en prisión, aunque hay una modalidad de tercer grado por la que el recluso es vigilado mediante control telemático y ni siquiera tiene que dormir en la cárcel, según prevé el reglamento penitenciario.

Carromero fue condenado a cuatro años de prisión (tres menos de lo que pedía el fiscal) por el homicidio imprudente de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, fallecidos en un accidente de tráfico el pasado 22 de julio cuando el vehículo que el español conducía se salió de la vía en el kilómetro 724 de la carretera que comunica Las Tunas con Bayamo, en la provincia de Granma (sureste de la isla).

En el coche también viajaba el joven político sueco Jens Aron Modig, que inicialmente fue retenido por las autoridades cubanas pero pudo volver a los pocos días a su país. Modig alegó que dormía en el momento del siniestro y que tenía recuerdos borrosos sobre el accidente.

El dirigente popular ha permanecido desde finales de julio en el centro de seguridad del Estado '100 y Aldabó', en la capital cubana, en una celda tipo apartamento que comparte solo con otro preso.

DISTINTAS VERSIONES

Las autoridades cubanas atribuyeron el accidente a la velocidad excesiva con que supuestamente conducía Carromero y, en un vídeo difundido por el Gobierno de la isla días después de su arresto, el dirigente de NNGG admitió que perdió el control del vehículo al entrar en un bache, si bien no aclaró a qué velocidad circulaba.

En dicha grabación, cuya veracidad ha cuestionado la disidencia cubana, Carromero pidió a la comunidad internacional que evitase utilizar el caso con fines políticos y negó que otro vehículo les golpeara por detrás.

La familia de Payá, sin embargo, ha alertado de un supuesto complot para matar al que fuese responsable del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y ha llegado a decir que uno de los dos supervivientes alertó a sus allegados a través de un SMS de que un coche les venía siguiendo y les embistió varias veces.

La viuda de Payá, Ofelia Acevedo, ha exculpado a Carromero de cualquier responsabilidad y ha pedido saber “la verdad” de lo ocurrido. Ni los parientes de Payá ni los de Cepero presentaron denuncia alguna contra el político español.

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