Diferentes anécdotas ponen la nota de humor a una jornada marcada por la normalidad

Un pueblo que votó en cuarenta minutos, un colegio electoral en el que no se presentaron ni el presidente ni los vocales o los recién casados que votaron vestidos de novios son algunas de las anécdotas que pusieron este domingo la nota de humor y de color en una jornada electoral marcada por la normalidad.

La localidad riojana de Villarroya fue la población más rápida en cerrar su colegio electoral, ya que cuarenta minutos después de abrirlo ya habían votado los nueve electores censados.

De este modo, Villarroya compitió en rapidez con la también localidad riojana de Torremontalbo, que ostenta el récord, conseguido en las municipales y regionales de 1995, en las que todos sus electores votaron en seis minutos.

La nota de color “más visual” la pusieron Celia Ruiz y José Rosales, que “sacrificaron” su noche de bodas y, sin dormir, fueron los primeros en votar en su colegio electoral de la localidad malagueña de Humilladero, donde acudieron vestidos de novios tras haberse casado este sábado por la tarde.

A los recién casados les acompañaron muchos de los invitados a la boda, fundamentalmente sus amigos más jóvenes.

En A Coruña, una mujer introdujo en la urna un sobre con 340 euros que llevaba para hacer sus compras en el mercado dominical de Padrón cuando acudió a votar en la mesa electoral situada en A Ponte.

En Canarias, la anécdota de la jornada se vivió en el Colegio Aguadulce, de Las Palmas de Gran Canaria, que tardó en abrir sus urnas más de una hora porque no se habían presentado los tres principales miembros para constituir la mesa.

Un representante de la Administración central y un miembro de una de las mesas electorales de Valladolid fueron sustituidos al enterarse de que iban a ser padres durante las primeras horas de la jornada electoral.

El ex presidente del Gobierno José María Aznar fue el protagonista involuntario de una anécdota cuando acudió a votar, junto a su esposa, Ana Botella, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

Justo al abandonar el aula del colegio electoral, Belén, una niña de once años, se dirigió a Aznar para preguntarle “¿Tú eres Rajoy, no?”, lo que provocó la carcajada de los presentes y la aclaración del ex presidente del Gobierno precisando: “no vas descaminada”.

En la localidad castellanomanchega de Alcázar de San Juan, afectada por las inundaciones registradas esta semana, los vecinos dieron prioridad a las tareas de limpiar sus casas y retirar el lodo y el barro aún acumulado, a cumplir con su derecho al voto.

En la otra población más afectada, Villarubia de los Ojos, también en Ciudad Real, los escasos vecinos que a primera hora de la mañana acudían a votar se alarmaron al escuchar una explosión provocada por una bombona de gas butano.

En Pamplona, Milagros Rubio, ex parlamentaria y dirigente de Batzarre, partido integrado en la coalición Nafarroa Bai, “cedió” su voto a un joven inmigrante de origen marroquí en un acto “simbólico”, para reivindicar el derecho de los inmigrantes a votar y ser elegidos en las elecciones.

Una reivindicación similar tuvo lugar en Barcelona, donde una veintena de personas, convocadas por SOS Racismo, aprovecharon la jornada electoral para manifestarse delante del ayuntamiento y reclamar el derecho al voto para el colectivo inmigrante.

Lo provincia de Barcelona fue prolija en anécdotas y, así, en Vallgorguina, una mujer que iba a votar en ambulancia tuvo dificultades para llegar a su colegio electoral porque la vía estaba cortada con motivo de la Volta Ciclista a Cataluña, y los Mossos tuvieron que habilitar el paso al vehículo.

En Hostalets de Pierola, el delegado de zona de la Junta Electoral obligó al PSC a suspender una “butifarrada” porque se celebraba demasiado cerca de un colegio electoral.

Otra incidencia la protagonizó una mujer en Balmes, que sufrió una fractura después de caerse en el colegio y tuvo que ser evacuada en ambulancia.

La normalidad fue la nota dominante en Aragón, aunque en una pequeña localidad de la comarca oscense de Ribagorza uno de los vocales se negó a firmar el acta de constitución hasta que no le garantizaran que podía ir a comer.

Un monje de la Cartuja de Portacoeli, Juan Carlos Gambra, presidió la mesa electoral en la localidad valenciana de Serra, donde votaron los veinte cartujos que residen en este monasterio, que están obligados a mantener un silencio preceptivo.

Las votaciones redujeron “a la mitad” la participación en la romería del Cristo de la Luz, más conocida como el “Rocío de Castilla y León”, en relación con otros años, ya que las 6.000 personas que suelen acudir quedaron reducidas a 3.500.

La jornada electoral estuvo también salpicada de otros “incidentes”, como el que protagonizaron una veintena de invidentes de la Associació Catalana per a la Integració del Cec (ACIC) que se concentraron ante un colegio electoral de Barcelona para reivindicar su derecho al voto libre y secreto.

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