Los marineros del 'Vega 5' celebran el fin de “una experiencia muy dura”
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 (EUROPA PRESS)
Juan Alfonso Rey y José Alfonso García ya están de camino a sus casas en Muros (A Coruña) y Pontevedra, después de aterrizar con un cuarto de hora de antelación sobre el horario previsto en el aeropuerto compostelano de Lavacolla, donde se han mostrado agradecidos “a todo el mundo” y, sobre todo, “muy felices y muy contentos”.
“Con ganas de llegar a casa para descansar y estar con la familia”. Así ha resumido su sensación el muradano Juan Alfonso Rey, capitán del buque 'Vega 5', que el pasado 28 de diciembre fue secuestrado en aguas mozambiqueñas por piratas somalíes y cuyo cautiverio, junto a su compañero y contramaestre del barco, el pontevedrés José Alfonso García, se prolongó durante 137 días.
Casi cinco meses que, en palabras de Rey, han sido “una experiencia muy dura, muy difícil”. “Pero gracias a Dios, y a todo el mundo, se terminó”, ha resaltado en su intervención ante los medios de comunicación, que se ha producido después del encuentro, en privado, con sus familiares, y el recibimiento por una amplia delegación institucional.
Ambos han aparecido por la puerta de la sala B de llegadas de la terminal santiaguesa en torno a las 1.30 horas, del brazo de sus mujeres, y han dedicado breves palabras a los periodistas. “Gracias a todos”, ha finalizado el capitán del 'Vega 5', visiblemente emocionado.
Por su parte, García ha querido, en primer lugar, “dar las gracias a la compañía” Pescanova, cuya filial Pescamar operaba el barco apresado por piratas y cuyo presidente, Manuel Fernández de Sousa, ha sido una de las personalidades que ha dado la bienvenida a los pescadores a la capital gallega. “Desde el primer momento nos trató estupendamente”, ha subrayado.
Con notables síntomas de cansancio, después de un vuelo privado habilitado por la propia empresa y que ha hecho escala, presumiblemente, en Italia, el pontevedrés ha hecho hincapié en la necesidad de estar con sus allegados. “Me tenéis que perdonar, pero necesito estar con mi familia, no tengo nada más que decir”, ha incidido, ante aplausos de los asistentes.
Después de estas breves intervenciones, Juan Alfonso Rey y José Alfonso García se han dirigido de nuevo, junto a sus esposas, al interior de la sala de llegadas, desde donde han abandonado el aeropuerto para iniciar el trayecto hacia sus hogares.
AGUILAR: “UN MOMENTO ESPECIAL”
En este punto, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, ha intervenido para destacar el “momento especial” y “lleno de sentimientos” que se estaba viviendo en el aeropuerto de la capital gallega.
“Durante 142 días, los hemos tenido en nuestro corazón y en nuestros pensamientos”, ha resaltado Aguilar, para concluir con la “alegría” de que ambos marineros “estén en su tierra, en Galicia”.
“Toda Galicia y toda España hoy debe estar contenta”, ha proclamado la ministra, después de reconocer “la entereza y la fortaleza de Dolores y Cecilia”, las mujeres de los marineros, “que han ayudado mucho” a lo largo del secuestro. “Es digno de reseñar”, ha incidido.
La dirigente estatal también ha tenido palabras de “reconocimiento” para Pescanova, con la que el ministerio estuvo, ha dicho, “en contacto directo” de forma permanente.
LA MINISTRA NIEGA QUE SE PAGASE POR EL RESCATE
A la pregunta de si el Gobierno central o la compañía pagaron por el rescate --como aseguraron los piratas somalíes a medios locales--, Rosa Aguilar ha respondido con un tajante “no”.
“Esto es una cosa de la empresa, y, desde luego, a mí, no me consta que se haya producido una circunstancia de este tipo”, ha resuelto la titular del MARM.
FEIJÓO: “NO LO PODEMOS ADMITIR”
A continuación, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras agradecer “este final feliz, como gallego y como presidente de la Comunidad Autónoma”, ha hecho un llamamiento a la “reflexión” a la comunidad internacional, en general, y a la Unión Europea (UE), en concreto.
“Que tomen nota de una situación que empieza a no ser excepcional”, ha avisado, sobre unos apresamientos de embarcaciones y secuestros de tripulaciones que suponen, según ha denunciado, “atentados contra los derechos humanos y la libre circulación”.
“No tiene sentido y no podemos admitir que estemos todos pendientes de unos piratas que viven del secuestro y de utilizar formas violentas contra unas personas que lo único que están haciendo es trabajar”, ha aseverado.
PIDE RESPETO A LA INTIMIDAD DE LOS MARINEROS
Frente a esto, el jefe del Ejecutivo autonómico ha valorado el “comportamiento ejemplar” de los dos marineros, al soportar “algo psicológicamente muy difícil” y el de sus mujeres, “aguantando en tierra”.
Al respecto, ha apuntado que la Administración gallega pone a su disposición, desde hoy, los reconocimientos médicos “protocolorizados” y la ayuda psicológica correspondiente para que “se reintegren a la vida normal” lo antes posible.
Asimismo, Núñez Feijóo ha reconocido la labor de Pescanova “desde el pasado 28 de diciembre” y ha considerado que el MARM “también estuvo a la altura de las circunstancias”.
Por último, ha lanzado un mensaje a los medios de comunicación para que se respete “la intimidad” de Juan Alfonso Rey y José Alfonso García, “por lo menos, en los primeros días” desde su regreso a la Comunidad gallega.
“TRABAJANDO” EN NUEVAS MEDIDAS CONTRA LOS PIRATAS
Para finalizar, y antes de que todas las autoridades --entre las que se encontraban el delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo; la conselleira do Mar, Rosa Quintana y la secretaria general del Mar, Alicia Villauriz-- dejasen el lugar, Aguilar ha defendido la actuación de la Operación Atalanta en aguas somalíes para luchar contra la piratería.
Ante las cuestiones de los periodistas, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha manifestado tener “conocimiento” de que el lugar en el que se apresó al 'Vega 5' --frente a la costa de Mozambique-- no forma parte del campo de acción habitual de los piratas. “Era la primera vez”, ha reconocido.
Sobre esto, ha asegurado estar “trabajando” y analizando “cuáles son las medidas” que España y las autoridades comunitarias deben tomar, a mayores de Atalanta, de la que, ha subrayado, “nadie puede negar su eficacia”.