Rajoy tacha los Presupuestos de 2011 de “deprimentes y castigo a la gente”

LLEIDA, 1 (EUROPA PRESS)

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha calificado los Presupuestos Generales del Estado para 2011 como “deprimentes” y “castigo a la gente”.

“A este segundo y último periodo del señor Rodríguez Zapatero le sobra un año. Este Gobierno no genera confianza, porque no tiene credibilidad y si no tienes credibilidad no puedes generar confianza”, ha afirmado en Lleida durante un mitin al que han asistido 1.200 personas.

Rajoy ha argumentado que la mayor partida de los Presupuestos --30.744 millones-- está destinada a la factura del desempleo, y la segunda, al pago de intereses de la deuda española, lo que considera “disparatado” e imposibilita apoyar a sectores productivos.

El líder popular ha agregado que el presidente del Gobierno “sube los impuestos, sube el IRPF otra vez y le quita a la gente la deducción por vivienda”, algo muy arraigado.

“Suprimirlo es disparatado”, ha dicho en referencia a la deducción de la vivienda, y ha añadido que “las infraestructuras se reducen en un 40 por ciento, y esto es muy importante para la competitividad de la economía”.

“La inversion en I+D, la del futuro cae un 29 por ciento y en Lleida el 43 por ciento. Esto es demoledor. Es lo que está haciendo el señor Rodríguez Zapatero en el tiempo de descuento, que es donde está en estos momentos. Congela las pensiones y liquida de hecho la ley de dependencia. Aquí lo único que sube es el paro y la deuda”.

“A este segundo y último periodo del señor Rodríguez Zapatero le sobra un año, este Gobierno no genera confianza, porque no tiene credibilidad y sin credibilidad no se puede generar confianza”, ha señalado.

Ante militantes y simpatizantes leridanos, Rajoy ha dicho que como esta situación “es insostenible no queda más remedio que hacerlo de otra manera”, punto en el que ha recordado que el PP ya gestionó de otra forma en su día. Ha defendido la reducción del impuesto de sociedades y suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones entre ascendientes y descendientes.

LO PRIMERO QUE HARÁ SERÁ UNA LEY DE ESTABILIDAD

Lo primero que habrá que hacer, ha dicho Rajoy, es una ley de estabilidad para decir a las administraciones dónde está su límite en lo que se refiere al techo de gasto y al de endeudamiento. Rajoy ha explicado que “la administración tiene que pagar” para no acabar hundiendo al proveedor.

También ha señalado que “habrá que hacer una reforma laboral, no para el despido sino para crear empleo”. Asimismo, ha defendido un planteamiento energético que dé lugar a que la luz esté más barata para pagar menos y que las empresas puedan ser más competitivas, y una política fiscal para generar ahorro, inversión y empleo.

Se ha referido también a la huelga general del 29 de septiembre, que a su juicio ha fracasado. “La huelga supone un fracaso del Gobierno, un fracaso de los sindicatos pero que al final acaban pagando el conjunto de los contribuyentes españoles” ha dicho antes de agregar que “los líos entre dos los acaban pagando el conjunto de los ciudadanos que no tienen nada que ver en el lío que algunos han decidido organizar”.

“CREEMOS EN LA LIBERTAD, EDUCATIVA O PARA ROTULAR”

Rajoy ha arropado a la candidata popular a las elecciones al Parlamento de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, en un discurso en el que ha defendido “la singularidad de Cataluña dentro de un proyecto común que es España”. “En eso creemos. Creemos en la libertad, en la libertad educativa, claro que sí, en la libertad para rotular como quieras. Yo soy gallego, un gallego puede ir a Dinamarca y rotular en gallego, eso es la Unión Europea, una libertad”.

También ha dicho que los populares creen en la igualdad de todos los ciudadanos, en derechos y obligaciones iguales para los que vienen de fuera y ha declarado su creencia en España y la Constitución. “Creemos en España, más de 500 años llevamos viviendo juntos, somos la nación más vieja de Europa, creemos en la Constitución española que ha producido treinta años de mejora y bienestar” ha aseverado antes de expresar también su creencia en el Estado de las autonomías.

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