La osteoporosis: la epidemia silenciosa del siglo XXI

Densiómetro del Hospital Insular de Gran Canaria. Cedida

Manuel Sosa Henríquez

Las Palmas de Gran Canaria —

La osteoporosis no da síntomas. Por eso se le llama la epidemia silenciosa del siglo XXI. Los pacientes que sufren osteoporosis solamente tienen un mayor riesgo de sufrir una fractura, que puede producirse sin golpes o caídas, o con un traumatismo mínimo. Es una enfermedad que afecta sobre todo a personas de edad, más a las mujeres que a los hombres, en una proporción que va de 6:1 en la década de los 50 a 60 años, disminuyendo a 2:1 en la década de los 80 años. Como se desprende de estos datos, los hombres sufren también osteoporosis y en ellos existe el inconveniente de que esta enfermedad ha sido menos estudiada que en la mujer, amén de que hay un menor número de fármacos con indicación para la osteoporosis en el varón, tan solo 5, frente a los 13 disponibles para la osteoporosis postmenopáusica. Datos publicados por la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO) han estimado que en España hoy en día hay más de 2 millones de personas que padecen osteoporosis. Hoy sábado se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que puede y debe prevenirse.

La osteoporosis no duele. Es erróneo pensar que determinados dolores de espalda o de cadera se deben a esta enfermedad. La osteoporosis produce sobre todo un mayor riesgo de sufrir una fractura, las llamadas “fracturas por fragilidad”, aquellas que aparecen con un golpe de baja intensidad, una caída (estando de pie), pero sin un golpe intenso.

Estas fracturas se clasifican en vertebrales, no vertebrales y fractura de fémur. La fractura vertebral es a menudo asintomática y solo puede diagnosticarse tras la realización de una radiografía de columna lateral. La fractura de radio distal (o fractura de Colles) suele producirse al caer el paciente al suelo y apoyar la mano. La fractura de la extremidad proximal del fémur, conocida como fractura de cadera, es la más grave. Suele producirse en personas de edad avanzada con una edad media de 80 años y prácticamente todas deben ingresar en un hospital y ser operadas. Un porcentaje pequeño pero no desdeñable de estos pacientes fallecen en la fase aguda del ingreso hospitalario. Asimismo, es dramática la evolución posterior a la fractura, pues aproximadamente la mitad de estos pacientes no vuelven a sus domicilios y terminan ingresados en centros de larga estancia o de crónicos. Existen estudios que sugieren que los varones con fractura de cadera tienen una peor evolución y una mayor mortalidad que en el caso de la mujer.

Qué es la densitometría ósea

La única manera de diagnosticar la osteoporosis es realizando un tipo especial de radiografía, que es la denominada densitometría ósea. Con ella, se estima la densidad mineral ósea, tanto en la columna lumbar como en la extremidad proximal del fémur. Los valores obtenidos se comparan con los ya establecidos como normales en la población española y a partir de unos criterios acordados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se diagnostica la osteoporosis. Existen otras técnicas para estimar el riesgo de fractura como los ultrasonidos en el calcáneo, que tiene sus ventajas (no irradia, ya que son ultrasonidos) como inconvenientes (no sirven para diagnosticar la osteoporosis, solo el riesgo de fractura).

La osteoporosis puede ser primaria, cuando no se conoce la causa que la ha producido, o secundaria, cuando existe otra enfermedad que la ha originado. Entre éstas tenemos el cáncer (mieloma múltiple), la diabetes mellitus, la enfermedad o el síndrome de Cushing, la inmovilización, la anorexia nerviosa y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), entre otras.

Cómo prevenir la osteoporosis

La osteoporosis puede y debe prevenirse. Las medidas dirigidas a evitar la aparición de esta enfermedad son válidas en su mayor parte para prevenir otras enfermedades, como la cardiopatía isquémica. Todas las personas deberían dejar de fumar (pocas cosas pueden aconsejarse a toda la población y ésta es una de ellas), realizar una actividad física diaria, de acuerdo con su estado de salud y entre ellas la más sencilla es la de caminar, en llano, a un ritmo medio durante aproximadamente una hora. Debe moderarse el consumo de alcohol y seguir una dieta equilibrada sana. Los productos lácteos son ricos en calcio y puede optarse por la alternativa de tomar leche y sobre todo yogur desnatado, que tiene la misma cantidad de calcio pero sin la grasa, lo cual es conveniente para evitar ganar peso y aumentar el colesterol. Es también conveniente tomar diariamente 10 minutos de sol, en horario antes de las 11 de la mañana o después de las cinco de la tarde. Hay que evitar la automedicación y consultar con el médico en caso de sospecha de esta enfermedad.

Cómo estimar un riesgo de fractura

Disponemos de algunas herramientas informáticas que permiten estimar el riesgo de fractura a 10 años vista. Una de ellas es la llamada FRAX a la que se puede acceder en la dirección www.sheffield.ac.uk.

Esta herramienta tiene el auspicio de la OMS y estima el riesgo de sufrir una fractura cualquiera (que se denomina major) o específicamente de cadera (denominada hip). Tiene la ventaja de incluir el valor obtenido por la densitometría de cadera como un dato más y el inconveniente de que parece infravalorar el riesgo de fractura en determinados pacientes como los diabéticos. Existe otra herramienta, la denominada Qfracture, que recoge un mayor número de factores de riesgo y que en algunos estudios parece estimar el riesgo de fractura de cadera con mayor precisión y exactitud que el FRAX.

Disponemos de un buen número de fármacos para el tratamiento de la osteoporosis y reducir el riesgo de sufrir una fractura por fragilidad. Algunos han sido comercializados hace años, pero continúan siendo perfectamente válidos.

Información adicional gratuita sobre esta enfermedad en la web de la Fundación hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO): www.fhoemo.es o escribiendo un correo electrónico a: sociedadcanariadeosteoporosis@gmail.com .

Manuel Sosa Henríquez es catedrático de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y coordinador del grupo de investigación en osteoporosis y metabolismo mineral del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBMS).

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