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Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

''Ahora somos sólo mano de obra, se ha olvidado a la persona''

El Movimiento 15-M aglutinó este viernes a unas 1.200 personas, todas con el denominador común de estar indignadas con el poder político, económico y mediático, en una sentada frente a la sede del Parlamento de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, que se prolongó después con una asamblea en la Plaza de la Candelaria.

Los indignados de Tenerife, cada vez más numerosos, en todo momento dejaron claro que no se irán a sus casas, que mantendrán la acampada hasta el domingo (falta saber qué pasará después), llenaron la estrecha calle Teobaldo Power y ocuparon parte de la adyacente calle El Castillo. Solo los que llegaron puntuales a la convocatoria de la “sentada pacífica” pudieron efectivamente sentarse en la calzada. Había más personas de pie que agachadas.

“Nuestro manifiesto se resume en cuatro puntos”, dijo uno de los portavoces. “No queremos imputados en las listas, queremos listas abiertas, queremos un cambio del sistema electoral y sobre todo, sobre todo, no nos gusta, no queremos esta democracia representativa, sino una democracia participativa, en la que las leyes se voten por referéndum”.

A los gritos de lo llaman democracia y no lo es, oé, oé, oé, no lo es, no lo es, otra portavoz septuagenaria recordó la ilusión que trajo la democracia “y en qué se ha convertido. Hace treinta años gritábamos el hijo del obrero a la Universidad. Ahora somos todos sólo mano de obra. Se ha olvidado a la persona, al ciudadano”. “Nosotros somos los soberanos, no ellos, y queremos que nos devuelvan el poder”.

Los partidos no nos representan, que no, que no, que no nos representan fue otro estribillo coreado la tarde de este viernes, un cántico que chocaba con los intentos por ajustar el sonido en el escenario de la Plaza de la Candelaria instalado para festejar las fiestas de Mayo. Los técnicos terminaron por dejar el trabajo.

El abogado Antonio Espinosa, uno de los portavoces junto con Felipe Campos de la Plataforma contra el PGO de Santa Cruz de Tenerife, explicó a los congregados que “el derecho de reunión no es competencia de la Junta Electoral Central, sino de la Subdelegación del Gobierno. Así que esta acampada no es ilegal. Lo que diga la Junta Electoral Central no nos afecta, porque este no es un acto de campaña, ni buscamos influir en el voto”.

Los indignados de Santa Cruz de Tenerife aseguran que no se moverán, que tras el domingo su protesta no se acaba. Incluso un grupo de turistas italianos participó en la concentración. “Nos hace falta algo así en Italia. Allí la democracia también se ha convertido en una farsa”.

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