El Gobierno de Canarias maquilló el informe que envió a Europa para justificar la ampliación del muelle de Agaete
El Gobierno de Canarias maquilló la realidad, o al menos la dejó incompleta, de algunos aspectos socioeconómicos de la isla de Gran Canaria cuando envió a Europa el informe que explicaba las razones por las que, según su criterio, es necesaria la ampliación del muelle de Agaete. En el documento Análisis Coste-Beneficio del proyecto de ampliación del Puerto de Las Nieves (Agaete) se asegura que la construcción de este nuevo dique repercutirá directamente en el bienestar económico y social de los isleños, sobre todo en la comarca del norte de Gran Canaria, y que tendrá unos beneficios medioambientales que “merecen un tratamiento diferenciado e independiente”, según se recoge en uno de los apartados.
En el escrito se hace mucho hincapié en el ahorro de tiempo que supone viajar a la isla de Tenerife desde Agaete. “La ampliación del Puerto de Las Nieves permitirá que, al menos, parte de la ruta Puerto de Las Palmas - Puerto de Santa Cruz de Tenerife se desvíe por la disminución del coste generalizado, tal que el ahorro medio se estima en 22,5 minutos (ahorro de tiempo en el buque menos el tiempo en coche)”, explica.
La realidad ahora mismo es totalmente diferente y este informe ha quedado obsoleto en tan sólo tres años. En estos momentos el ahorro de tiempo no es significativo. Con la incorporación del nuevo fast ferry de Naviera Armas, en diciembre de 2017, la situación ha cambiado y el barco que antes realizaba el trayecto en dos horas y 45 minutos, ahora, según la información de la naviera lo hace en 90 minutos. Desde Agaete, la compañía Fred Olsen asegura que tarda 80 minutos, apenas 10 minutos menos.
Si se calcula el recorrido en automóvil o guagua desde Las Palmas de Gran Canaria a Agaete, para ir en barco hasta Tenerife, el tiempo es de al menos 30 minutos. Haciendo el trayecto desde otro punto de la isla como Mogán, en coche desde el municipio hasta el Puerto de Las Nieves la duración del trayecto es de 1 hora y 18 minutos. En cambio, si la intención es viajar desde el Puerto de La Luz se invertiría 1 hora y 6 minutos desde el el municipio sureño hasta llegar a la capital grancanaria y en 90 minutos más se podría estar Santa Cruz de Tenerife.
“Se establece que el ahorro medio por trayecto desde Agaete en comparación con las salidas de Las Palmas de Gran Canaria es de aproximadamente una hora, por lo que se valora el mismo considerando los ahorros de coste equivalentes a dicho tiempo”, se señala en el documento. Con la nueva situación, el ahorro de tiempo no es la mejor razón para llevar a cabo la ampliación del muelle, por lo que ese argumento queda desfasado.
El Puerto de Las Nieves se encuentra comunicado con el resto de la isla a través de la GC-2, que es la principal carretera del noroeste de Gran Canaria, permitiendo acceder a las carreteras secundarias que tienen como destino los distintos núcleos poblacionales del noroeste. La vía se encuentra comunicada con la capital grancanaria y, a su vez, con las principales carreteras que tienen como destino el centro y sur de la isla, tales como la GC-20, la GC-23 y la GC-1 a través de la Avenida de Canarias, señala el dossier.
No se hace referencia en el informe gubernamental a las consecuencias que tendrá el supuesto aumento de tráfico en las vías con la ampliación del nuevo muelle. La carretera que comunica la capital grancanaria con el norte de la isla se convierte cada día, sobre todo en las primeras horas de la mañana y de la tarde, en un hervidero de vehículos que van y vienen con el fin de llegar a sus destinos. ¿Alguien se ha planteado qué pasaría si se multiplicara por dos el tráfico hasta Agaete? Si se ampliara el muelle las dos navieras podrían funcionar con horarios muy similares, las salidas y llegadas de los barcos podrían ocasionar grandes atascos en el municipio. Además, hay que tener en cuenta las emisiones de CO2 de los vehículos que diariamente se trasladarían al Puerto de Las Nieves en un recorrido de 33,1 kilómetros y 30 minutos.
“Se promueve la protección paisajística mediante un esmerado diseño que minimiza el impacto visual , y se adoptan importantes medidas correctoras de las posibles afecciones al medio ambiente, establecidas en el Estudio de Impacto Ambiental y en la Declaración de Impacto Ambiental”. Esa es la respuesta que da el Gobierno de Canarias a la pregunta: ¿de qué manera está previsto en este proyecto promover el desarrollo sostenible? Por cierto, la declaración de impacto ambiental es un informe de hace 15 años, según la consejería de Obras Públicas están trabajando para ponerla al día.
El proyecto contempla la construcción de un dique de abrigo con una primera alienación de 530 metros de longitud en talud con manto de Cubipods de 45 toneladas. Además, se construirá una segunda alineación de 400 metros de longitud de dique vertical a base de cajones de hormigón, así como la creación de dos atraques para ferris y otras obras complementarias de pavimentación, balizamiento, medios de atraque y amarre, urbanización e instalaciones. La infraestructura necesitaría 900.000 m3 de tierra sólo para comenzar con el relleno. Al parecer, la tecnología Cubipod, explica la empresa adjudicataria en una nota de empresa, cuenta con “importantes ventajas” como su “gran robustez y resistencia estructural”. A pesar del “esmerado diseño” al que hace referencia el Ejecutivo en su informe, según la plataforma Agaete Sin Macromuelle, las grandes dimensiones de la nueva dársena harán que se vea desde cualquier otro punto del municipio.
En el apartado de evaluación socioeconómica de la ampliación del Puerto de Las Nieves se insiste en la idea de que los beneficios medioambientales “merecen un tratamiento diferenciado e independiente”. Los miembros de Agaete Sin Macromuelle aseguran que una obra de este calado genera “un innegable impacto ambiental y socioeconómico independientemente del lugar en el que se realice”. Los impactos sobre la fauna y la flora son importantes, al igual que lo son las afecciones a la socioeconomía del lugar y su gente. “Toda actividad que hoy día se desarrolle en este lugar choca frontalmente con la proyección del Gobierno de Canarias de convertir, mediante la construcción de un innecesario dique de un kilómetro de largo, Agaete en vertedero de hormigón y ruido”, afirman.
La turbidez generada con las obras es uno de los factores que más puede afectar ambientalmente a los ecosistemas del medio marino, detallan. En el medio marino hay multitud de organismos que necesitan oxígeno para respirar y luz para poder hacer la fotosíntesis. “¿Cómo afectaría?”, se preguntan. A esto hay que añadir que durante la construcción del muelle actual, las obras se vieron afectadas por temporales que destruyeron parte de ellas, esto generó un gasto mayor de material que acabó vertiéndose al mar.
Por otra parte, la obra lleva aparejados determinados riesgos de vertido accidental de productos categorizados como nocivos y perjudiciales para el medio ambiente como combustibles y aceites. “El impacto de dichos vertidos no sólo ha de tenerse en cuenta para la fase de construcción de la infraestructura, sino aparejar las consecuencias a largo plazo, como un riesgo crónico, relacionado con el supuesto aumento del tránsito marítimo en una zona delicada”.
La entrada de cientos camiones diariamente para llevar a acabo la obra supondrá el mayor impacto terrestre, ya que para llevar 900.000m3 de relleno deben pasar por el núcleo de Las Nieves afectando mediante su ruido y polvo a toda la fauna terrestre. En este punto no hay que olvidar que el proyecto va acompañado de una nueva carretera de acceso al Puerto que podrá afectar a cientos de especies que se verán desplazadas por el tránsito de vehículos, luces y gases.
El ruido será otra de las consecuencias que sufrirá el municipio. “Al igual que con los vertidos, si esta infraestructura se hace para aumentar el tráfico marítimo, y consecuentemente aumente el rodado, estamos hablando de un impacto acústico que se convertirá en un mal crónico en la villa de Agaete”. Cabe señalar que esta semana este periódico hacía público el Mapa Estratégico de Ruidos de Las Palmas de Gran Canaria en el que se hacía alusión al puerto como uno de los principales focos de contaminación acústica de la ciudad.
Se pasa por alto el impacto del ruido en el medio marino en el que se vuelve “especialmente grave” para algunas especies, ya que el sonido y las vibraciones tienen un elevado impacto bajo el agua. “Esto es fundamentalmente notable para el caso de los cetáceos, que utilizan un sistema para cazar, relacionarse y orientarse que se ve interferido por la contaminación acústica”, indican desde la plataforma.
Una vez y el muelle esté construido las consecuencias medioambientales continuarán. “La propia construcción supondrá el mayor impacto paisajístico de la zona y perdurará también la turbidez en las aguas, afectando a los pescadores. Cuando terminen, nunca más será la villa marinera que hoy conocemos”, aseguran desde Agaete Sin Macromuelle.
En cuanto a la “incertidumbre asociada a la posibilidad de que el Puerto de Las Nieves quede cerrado por mal tiempo”, fuentes expertas aseguran que el muelle se suele cerrar dos veces por invierno. “Suelen arriesgar mucho, nosotros hemos visto barcos dando vueltas para poder atracar, si ampliaran el muelle se ganaría seguridad pero se perderían otras muchas cosas. La solución es que el barco salga desde el Puerto de La Luz, aquí no está beneficiando en nada”.
El Gobierno insiste en el documento en que hay que fomentar la libre competencia. “La escasa dimensión de las infraestructuras no permite desarrollar el mercado potencial suficientemente, dificultando la entrada de nuevos operadores y la operativa conjunta y no condicionada de los mismo que, en la actualidad operan el mismo corredor pero a través del Puerto de Las Palmas”. En este apartado el Gobierno de Canarias pasa por alto la posibilidad de que dos compañías operen a la vez en el muelle de Agaete, tal y como le puso sobre la mesa desde el primer momento el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
