El Ayuntamiento de Güímar (Tenerife) instala cámaras para 'perseguir' a quienes tiran enseres en los barrancos
Cinco vecinos han sido ya sancionados con multas de hasta 1.500 euros por dejar sus escombros en alguno de los cauces
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 20 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento tinerfeño de Güímar ha comenzado a instalar cámaras de videovigilancia de forma rotatoria para perseguir a aquellos vecinos y ciudadanos que tiren enseres en los cauces de los barrancos, según informó el alcalde del municipio Rafael Yanes hoy en una rueda de prensa.
Este aclaró que de momento se han denunciado a 5 ciudadanos que “en vez de acudir al punto limpio fueron a los barrancos a dejar sus electrodomésticos”. Insistió que las multas rondarán los 1.500 euros, si bien a aquellos que retiren lo vertido podrán reducir el pago, “aunque nunca quitar la multa”.
La medida defendida por el concejal de Policía Local, Medio Ambiente y Participación Ciudadana de este municipio tinerfeño, Antonio Díaz, explicó a Europa Press que se inició después de que se limpiara uno de los barrancos --“se sacaron seis camiones de basura”-- y al día siguiente agentes de la policía municipal vieron más escombros.
La solución propuesta es la de colocar cámaras de forma rotatoria en lugares estratégicos para garantizar que los ciudadanos sean “responsables” y evitar que los más de 4 millones de metros cuadrados de canteras cerradas y abandonadas se convierta en una escombrera.
Díaz insinuó que uno de los sitios en los que se había comenzado la vigilancia ha sido el barranco de Badajoz que “siempre ha tenido un gran interés turístico y que es muy visitado”, pero se ha continuado también a otros puntos con el fin de garantizar la limpieza de los cauces.
El alcalde insistió en que tras lograr “después de muchos años” que se cerraran las canteras que “han dañado seriamente el paisaje”, ahora ha surgido un nuevo problema y es evitar que se usen las canteras abiertas en medio de los barrancos como vertederos.
Díaz insistió en que con esta iniciativa se logrará no sólo que vuelvan a usar las antiguas canteras como vertederos o el propio cauce del barranco por quienes hayan tirado enseres, sino que estos lo contarán a otros y evitarán que esta 'práctica' prolifere.
