El Banco Español de Algas cuenta con una colección de cepas absénicas que podría ser de las mayores del mundo
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 16 (EUROPA PRESS)
El Banco Español de Algas (BEA) dispone actualmente con una colección de cepas absénicas que podría ser de las mayores del mundo, según indicaba a Europa Press uno de los responsables del organismo, Bruno Berheide.
Este organismo ubicado en la isla de Gran Canaria, dispone de un catálogo de más de 600 cepas, de las que entre un 20 y 30 por ciento son absénicas, lo que significa que están libres de contaminación bacteriana y de hongos.
“Es bastante innovador; no creo que haya una colección en el mundo que tenga ese tanto por ciento de cepas absénicas”, subrayó Berheide, quien agregó que estas cepas absénicas garantizan que la taxonomía molecular “sea extremadamente exacta porque no estás secuenciando el genoma de la bacteria sino de las microalgas”.
DEPÓSITO DE MICROORGANISMOS Y ANÁLISIS DE ADN
Respeto al BEA es un autoridad internacional de depósito de microorganismos y de microalgas, además de ser un organismo depósito para patentes.
Asimismo, se encargan de ofrecer servicios como la identificación de cepas por microscopía y por análisis de ADN, ADN 'á la carte', aislamiento y purificación de cepas, así como depósito de cepas para patentes y para mantenimiento, citometría de flujo, además de cursos nacionales e internacionales y aceptación de donaciones de cepas.
En relación a los productos que genera se centran en cepas de microalgas y cianobacterias, “barre lo que es la diversidad microalgal de toda la zona intertropical, especialmente en la Macaronesia”. Asimismo, produce cepas 'easy-to-grow', ADN genómico, así como medios de cultivo y agua de mar.
Berheide incidió en que las microalgas, como productos naturales, “tienen muchísimas aplicaciones transversales en muchísimas áreas de biotecnología” aunque matizó que el proyecto del BEA se diseñó básicamente para la energía, ya que se centra en servicios a bioprospección, conservación de gemoplasma y aplicación en bioindustrias, además de la producción y desarrollo de cultivo de microalgas para la captación de anhídrido carbónico y la producción de biocombustibles..
De esta forma, la misión del BEA se centra en ayudar a solventar y promover los “complejos arranques” iniciales de estas tecnologías para allanar la tarea a las bioempresas.
En cuanto a quién compra estos servicios, indicó que existe un catálogo en la web del Banco, del que ya han recibido peticiones tanto de empresas de depósitos como de patentes, así como de empresas públicas y privadas de compra de cepas de microalgas “siempre asociadas a una Acuerdo de Transferencia de Material”, donde el comprador se debe atener a unas reglas.
A nivel institucional, el BEA está financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a través del Plan E y tiene como objetivo consolidarse con un equipo humano y dotarse de las infraestructuras necesarias. Durante el año y medio que lleva funcionando el proyecto se ha remodelado toda la infraestructura, así como los equipamientos científicos para desarrollar la actividad.
En concreto, los objetivos que se persiguen son consolidar el Banco Español de Algas, actualmente en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), como Autoridad Internacional de depósito de microorganismos fotosintéticos a efectos de patentes, conforme al Tratado de Budapest destinado a la bioprospección, aislamiento, identificación y conservación de microalgas, especialmente de ambientes extremófilos, subtropicales, tropicales, marinos y de la Macaronesia.
Asimismo, se persigue dar soporte a los demás subproyectos del Proyecto Microalgas en cuanto al abastecimiento de especies, facilitar el desarrollo de bioindustrias basadas en microalgas, especialmente para biorefinerías, biocombustibles, biofiltración de CO2 y de efluentes de plantas desalinizadoras y bioregulación climática (bioingeniería ambiental).
En cuanto al modelo que el BEA persigue, apunta que debe inspirarse en el aplicado en las microalgas UTEX (Banco de Microalgas de la Universidad de Texas, de EEUU). También, si se obtiene el patrimonio de extremófilos que se espera, se tienen que aplicar aspectos del modelo de la CCMEE (Culture Collection of Microorganisms from Extreme Environments) que, basado en el existente en la Universidad de Oregon, financia la NASA.
Sin embargo, el Banco Español de Algas deberá prestar especial énfasis en las facetas recientemente incorporadas a los tradicionales bancos de germoplasma convencional, ya que España aún “carece de rodaje” y de empresas de biotecnología de microalgas y de halofitas.
Por ello, debe incluir acciones para solventar y promover los complejos arranques iniciales de estas tecnologías para allanar la tarea a las bio-empresas, incorporando datos de tecnología de cultivo (al menos a escala laboratorio) pero en condiciones ambientales de cultivo reales (irradiación solar) como tasas de crecimiento o densidades óptimas, entre otros.
ASPIRA A ESTAR ENTRE LOS TRES PRIMEROS
Actualmente, en Europa hay dos bancos de algas “bastantes fuertes” ubicadas en Alemania y Escocia, sin embargo Berheide adelantó que el BEA al ritmo de trabajo que lleva tiene el “compromiso de estar entre los tres mejores bancos del mundo en cuatro años”.
Bruno Berheide reconoció que a día de hoy el resto de bancos de algas le llevan una ventaja al BEA de “30, 40 ó 50 años” en cuanto a cepas pero indicó que las tecnologías han avanzado, por lo que ahora son capaces de “en pocos años de cazarles”.
Asimismo, matizó que no sólo se tiene en cuenta el número de cepas sino la calidad y aplicación de las mismas en la industria.
POLÍTICA DEL BEA
El Banco Español de Algas asegura que es consciente de la importancia de una “correcta” aplicación de lo dispuesto en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) en materia de acceso a los recursos genéticos, así como del reparto justo y equitativo de los beneficios que se deriven de su utilización (ABS, siguiendo sus siglas en inglés- Access and Benefit Sharing). Sus recursos están sujetos a la soberanía nacional de los estados.
Además, el BEA como parte de la European Culture Collections' Organization (ECCO) y de la World Federation for Culture Collections (WFCC) está adscrita al código de conducta Micro-Organisms Sustainable use and Access regulation International Code of Conduct (MOSAICC) donde se establece un detallado código de conducta internacional en relación con el ABS aplicables a estas instituciones de investigación, que tiene su última versión en septiembre de 2009.
Por ello, el Banco Español de Algas en el ámbito de la X Conferencia de las Partes del CDB en Nagoya (Japón), en octubre del 2010, del Protocolo de Nagoya sobre ABS, cuenta con un código de conducta propio y que incorpora, anticipándose, la implementación del Protocolo de Nagoya sobre ABS.