El Cementerio Inglés de Las Palmas de Gran Canaria y el Polvorín de Taco en La Laguna, declarados BIC

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 29 (EUROPA PRESS)

El Consejo de Gobierno de Canarias ha aprobado en su reunión de hoy la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, del Cementerio Inglés de Las Palmas de Gran Canaria y el Polvorín de Taco, localizado en el municipio de La Laguna (Tenerife).

Estos dos espacios singulares por sus tipologías destacan por tener, en el caso del Polvorín de Taco, un indudable valor arquitectónico por las condiciones a que han de atenerse estas construcciones, así como histórico, al estar íntimamente relacionado con las estructuras y organización defensiva del archipiélago.

Asimismo, el Cementerio Inglés de la capital grancanaria, importante testimonio de la presencia física de los británicos en la isla desde principios del siglo XIX, es la institución más antigua de la colonia británica en las Islas Canarias, iniciándose su construcción en el año 1834.

PUNTO DE ESCALA

La presencia física de los británicos en la isla desde principios del siglo XIX, y la utilización de su puerto como principal punto de escala en sus rutas con las colonias existentes en África, India, Asia y Australia, evidencian su participación en el desarrollo de nuestra tierra desde muchos puntos de vista que merecen la importancia y el valor histórico y patrimonial para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en particular y Canarias, en general.

Esta creciente presencia plantea la necesidad de disponer de un cementerio o campo santo propio, de acuerdo con los ritos protestantes, en los extramuros de la propia ciudad.

En consecuencia, a principios de 1830, algunos residentes británicos junto al Vicecónsul decidieron adquirir un terreno para destinarlo a cementerio, propiedad a la que contribuyó el Gobierno de S.M. británica con 50 libras con la condición de que los residentes en la isla pusieran una cantidad igual.

Según la documentación obrante en el expediente, finalmente el terreno fue cedido por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en lo que hoy es la ladera y el barrio de San José, en aquel entonces, alejado del casco urbano amurallado.

SE INICIÓ SU CONSTRUCCIÓN EN 1834

El British Cemetery es la institución más antigua de la colonia británica en las Islas Canarias, iniciándose su construcción en el año 1834. Los promotores del mismo fueron los siguientes caballeros: Samuel Bishop, James y Frederick Manly, Robert Warrand y Clarence Houghton, George y James Swanston, Thomas Miller, Alexander Cochran, James Wood y George Anstice (vicecónsul británico).

Los primeros enterramientos se realizaron en el año 1835, concretamente el del marinero G. Willians (4 de diciembre de 1835) y el de Mary, la esposa de James Swanston (25 de diciembre del mismo año) datándose en el año 2005, el último enterramiento efectuado hasta la fecha. En este cementerio se encuentra la tumba de la familia Miller, junto a la de otras personas conocidas como los Blandy, Fisher, Park, Pilcher, etc.

Aunque la mayoría de las tumbas pertenecen a muchas personas que vinieron a Gran Canaria en busca de salud, también existen muchos marineros fallecidos en la propia ciudad, o a bordo, en aguas cercanas, que eran traídos y enterrados en este cementerio. Según los datos consultados, entre mayo de 1903 y abril de 1904 fueron enterrados 13 turistas y 6 marineros. Existen también tumbas de personas de origen israelí, noruego, alemán y holandés.

La declaración BIC comprende su delimitación que, se ajusta al cumplimiento de los objetivos de prevenir y evitar cualquier tipo de actuación que repercutan negativamente en el BIC, en su contemplación, estudio o apreciación de sus valores. Teniendo en cuenta el contexto urbano en el que se localiza este espacio cementerial, el entorno de protección se limita al espacio que ocupa el perímetro de la acera que bordea los tres flancos que lindan con los viales circundantes.

POLVORÍN DE TACO

El inmueble conocido como Polvorín de Taco esta constituido por el edificio del propio almacén de pólvoras y la construcción destinada a cuerpo de guardia.

El Ejecutivo regional resalta que los polvorines suponen una tipología arquitectónica en íntima relación con la defensa de cada país, debiendo tenerse en cuenta para su construcción una serie de condiciones especiales encaminadas a mitigar el efecto de las explosiones, erradicar la humedad --enemiga principal de las pólvoras--, mantener una temperatura constante, evitar la acción de los rayos sobre el edificio y excluir toda posibilidad de fuego.

Su construcción se encomendaba al Cuerpo de Ingenieros del ejército y la mejora de los proyectos fue concretándose a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

El Polvorín de Taco corresponde a la categoría de almacén de depósito, es decir, los que debían tener mayor capacidad y es el segundo construido en la isla de Tenerife para recibir la nueva dotación de pólvoras a la plaza.

ÚNICO ALMACÉN DE PÓLVORA DEL SIGLO XIX

El primero de ellos fue el conocido con el nombre de El Confitero, en la carretera de La Cuesta-Taco, que al estar actualmente demolido, convierte al Polvorín de Taco en el único almacén de pólvora del siglo XIX, constituyendo un ejemplo del polvorín-tipo de esta época.

Dada su singularidad constructiva y la ausencia de tipologías similares en las islas, así como por el buen estado de conservación de las características y aspecto originales, se justifica plenamente su declaración como Bien de Interés Cultura, en especial, para garantizar la conservación de sus valores patrimoniales en las intervenciones previstas en el complejo, previniendo así posibles transformaciones que los desvirtúen y compatibilizándolos con el uso lúdico, cultural y deportivo previsto por la normativa municipal.

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