La censura en Mogán llega a los tribunales
Los concejales de CIUCA en el Ayuntamiento de Mogán se han personificado en el Juzgado de Guardia de San Bartolomé de Tirajana para presentar una denuncia sobre los hechos acaecidos en el pleno celebrado el pasado lunes. La denuncia hace referencia a la actuación del jefe de la Policía Local de Mogán contra el concejal Luis Miguel Becerrra, que le impidió grabar la sesión plenaria del Consistorio y le incautó los dispositivos de grabación.
Tal y como recoge el Reglamento Orgánico municipal, las funciones disciplinarias las ostenta la presidencia del pleno. Por tanto, es el alcalde el que tiene que dar la orden a los agentes para proceder a realizar cualquier tipo de actuación y no por iniciativa propia del jefe policial “que intervino sin ser requerido por el señor González, el cual no tuvo más remedio que dar la orden expresa a su jefe policial para que procediera a la retirada e incautación de la cámara y posterior denuncia del Concejal”, según expresa la formación política.
A día de hoy la cámara se encuentra en las dependencias de la Policía Local, a la espera de ser llamados y personarnos en el juzgado. “Desde CIUCA se ha solicitado autorización al alcalde en reiteradas ocasiones para grabar los plenos. Respuesta que seguimos esperando y que en virtud del silencio positivo, entendemos nos autoriza las grabaciones”, sostiene.
Otro de los hechos denunciados fueron las “injurias” que vierte el señor González con carácter reiterativo “en la mayoría de los plenos” contra dicha formación política. Durante el transcurso del pleno, los insultos aumentaban de grado: “Iluminados, cobardes, mentiroso patológico, hipócritas, cínicos, ruin, bulldog, gamberros”, asegura CIUCA. “No es la primera vez que la máxima autoridad del municipio insulta, descalifica e intenta humillar a esta formación que representa a los vecinos de Mogán”, añade.
“No entendemos porqué el señor González se jacta de presumir de transparencia y no deja grabar los plenos. Es obvio que trata de evitar que su comportamiento y, lo que es más grave, su pésima gestión sea conocida por los vecinos escondiéndose detrás de un reglamento redactado y aprobado con gran diligencia”, concluye la formación.