Comienza el sellado y clausura de los vertederos de Cueva Lapa y Costa Botija en Gáldar
La Dirección General de Protección a la Naturaleza del Gobierno canario ha comenzado este martes las obras para el sellado y la clausura de los vertederos de Cueva Lapa y Costa Botija, en el municipio grancanario de Gáldar, que cuentan con un presupuesto de 1, 5 millones de euros.
La Consejería de Política Territorial regional ha informado de que se trata de una iniciativa, cofinanciada por fondos del Programa Operativo Regional (FEDER) 2014-2020 de Canarias, y que figuraba en el Plan Integral de Residuos de Canarias 2000-2006.
La actuación se desarrolla en el marco del procedimiento de infracción (número 2006/2311) abierto por la Comisión Europea al Reino de España con la finalidad de recuperar los suelos ocupados por los antiguos vertederos irregulares del Archipiélago.
Los trabajos, con un plazo de ejecución previsto de seis meses, consistirán en la eliminación de las antiguas construcciones existentes para retirar todos los residuos que sean susceptibles de ser reciclados y evitar que continúen contaminando el entorno.
Posteriormente, se acondicionará el terreno y se plantarán especies autóctonas, indica la nota.
Por otro lado, debido a la proximidad del entorno a la costa de Sardina del Norte, declarada como Zona de Especial Conservación en la RED Natura 2000, se ha llevado a cabo un estudio de alternativas en el que se ha considerado como la opción más razonable la retirada de todos los residuos de la parcela de Costa Botija.
Los residuos con alto contenido de vidrio no recuperable se trasladarán hacia la zona de Cueva Lapa para su compactación y aislamiento del entorno mediante una lámina impermeabilizante y material geotextil de protección.
El vidrio susceptible de reciclaje, así como los restos metálicos y de chatarras, serán entregados a un gestor autorizado, y las tierras limpias tendrán como destino el Complejo Ambiental de Salto del Negro para su utilización en la gestión diaria del vertedero.
Además, se colocarán redes de protección en la zona de acantilados para evitar la caída de materiales durante el proceso de recogida y carga de residuos en las áreas más próximas a la costa.