Los laureles de la avenida Anaga tienen un 95% de posibilidades de sobrevivir tras el trasplante

Los seis laureles de india que han sido trasplantados en peso con motivo de las obras de la vía litoral en la avenida de Anaga de Santa Cruz tienen un 95% de posibilidades de sobrevivir. Las labores fueron dirigidas por el experto Gerard Passola de la empresa Doctor Árbol, quien indica que las expectativas que manejan es que los ejemplares puedan vivir al menos 150 años más en su nuevo emplazamiento.

Los trabajos resultaron complicados, ya que cada uno de los árboles pesaba hasta 120 toneladas al sumarse al tronco y las ramas las enormes raíces de más de 70 metros y la tierra. Por ello fue necesario traer maquinaria especializada desde la Península. Cuanto mayor era el peso, más posibilidades había de que el trasplante tuviera éxito. Aunque no se ha querido confirmar la cantidad exacta que costó esta operación se cifra en alrededor de 100.000 euros.“Estamos hablando de unos árboles muy peculiares y por ello se necesitaba también un trabajo muy especializado”, indica Passola. En total para estas labores se precisaron tres semanas de preparación, una de movimiento para trasplantar los seis enormes ejemplares y otra más para realizar los últimos trabajos. Un proceso que finalmente, según este experto, “culminó con éxito, aunque también hay que matizar que estamos hablando de seres vivos y por lo tanto siempre hay un tanto por ciento de incertidumbre. La vida es la vida”, indica. Los ejemplares tuvieron que ser trasladados 10 metros de su anterior emplazamiento en dirección al mar con el fin de poder construir la última fase de la vía litoral a la entrada de la avenida Francisco La Roche.

La solución que se le iba a dar a este tramo era una de las principales incertidumbres que rodeó a la obra desde su inicio. Las posibilidades eran o dejar los árboles en mitad del futuro túnel o rodarlos y que éste pasara por la actual calzada. Finalmente se optó por la última alternativa que además permitía que no se tenga que cerrar el tráfico en esta vía por la que diariamente transitan alrededor de 30.000 vehículos. Por lo tanto a partir de ahora la boca del túnel será única, manteniendo los cuatro carriles a lo largo de toda la avenida, que discurrirán por la zona donde antes estaban los laureles y la acera y en el resto del espacio habrá una vía de servicio y una calzada peatonal de 15 metros. Así se descarta una doble salida y entrada del paso subterráneo como se proponía con el fin de que los laureles de india quedaran en medio. En su momento se llegó incluso a plantear la posibilidad de eliminar los árboles, lo que dio lugar a una fuerte oposición vecinal. Finalmente, no sólo se mantienen estos ejemplares, sino que incluso se plantarán más a lo largo de la nueva vía junto con otras especies.

Sin embargo, un aspecto que no ha sido aclarado suficientemente es cuál será el tratamiento del pavimento y mobiliario urbano tanto de esta parte de la avenida como de los 50.000 metros cuadrados de suelo que ocupa la segunda fase de la remodelación de la plaza de España, bajo cuyo suelo discurrirá el túnel principal y que cuenta con un proyecto diseñado por los arquitectos suizos Herzog&De Meuron. Para este fin es necesario contar con 10 millones de euros cuya aportación aún no han sido garantizada. En caso de que no se disponga de este dinero el resultado final será el de una simple explanada con una capa de cemento en la superficie.

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