Pedro Ortega defiende que la mejora de la plantas desaladoras bajará el coste del agua
El consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, ha augurado este lunes que los fondos que pueda aportar el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para hacer más eficientes las plantas desaladoras permitirá reducir el coste del agua en las islas.
El consejero, que se ha reunido con el subsecretario del Ministerio de Industria, Enrique Hernández Bento, para abordar las líneas de financiación del IDAE para estos proyectos, ha destacado que la desalación consume casi entre un 15 y 20 % de la energía en Canarias, por lo que ha subrayado la importancia de que se adecúen esas plantas a las nuevas tecnologías para que sean más eficientes.
Así mismo, ha señalado que este consumo energético incide en el precio del agua desalada, porque el 40 % del coste total de la desalación lo origina la electricidad, por lo que, “cuanto más eficientes sean estos equipos, se logrará agua más barata y mayor sostenibilidad en el territorio”.
En esta reunión, en la que han participado también los representantes de las empresas desaladoras canarias, lo que se persigue es analizar las posibilidades que ofrecen las nuevas líneas de financiación del IDAE y establecer una colaboración a través del Ministerio, ha indicado el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias.
Hernández Bento ha destacado que la reunión es consecuencia de los compromisos adoptados el pasado 27 de julio entre el presidente del Gobierno canario y el ministro de Industria, José Manuel Soria, quienes repasaron asuntos pendientes entre Canarias y el Ministerio y acordaron “avanzar en los proyectos de eficiencia energética relativos a la gestión de agua”.
En un comunicado, remitido al término de la reunión, el Gobierno canario informa de que, de acuerdo con un estudio elaborado por IDAE, las desaladoras canarias podrían ahorrar 207.000 megavatios hora/ año de electricidad, que en términos económicos equivale a 18 millones de euros, con la aplicación de diversas medidas de ahorro y eficiencia energética.
Alguna de estas medidas suponen la sustitución de turbinas por cámaras isobáricas, el uso de membranas de ósmosis inversa, la regulación y control electrónico y el reemplazo de motores, señala la nota
