Nuevo diagnóstico pero las mismas necesidades
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha presentado “el primer diagnóstico comunitario de la historia de la ciudad”, en el que se han invertido dos años y prácticamente todo el presupuesto anual de la Concejalía de Participación Ciudadana, unos 100.000 euros. Nuevo diagnóstico pero las mismas necesidades, ya que en las conclusiones se recoge que los vecinos siguen demandando más coordinación entre los recursos ya existentes, más zonas verdes, más y mejor limpieza de los espacios públicos y zonas wifi, entre otros.
La concejal, Magüi Blanco, destacó durante la presentación del informe que las conclusiones se han elaborado a partir de 1.500 propuestas de los vecinos, presentadas en “múltiples reuniones” celebradas en los dos últimos años, dentro de una estrategia de trabajo comunitario pionera puesto en marcha por el Ayuntamiento. Un equipo de 15 profesionales de la Concejalía ha puesto en marcha siete mesas técnicas interdisciplinares de los procesos comunitarios, en las que han participado más de 70 profesionales, y donde están representados 22 barrios.
Blanco destacó que este proceso no es ni ha sido estático, sino que desde el primero momento “se ha estado desarrollando la acción desde la formación y la información”. Para ello, primero se “ha tenido conocimiento de la realidad de la ciudad” a través de los testimonios de los vecinos, y se ha elaborado “un documento que es una fotografía global de la ciudad, que lucha contra los intereses particulares, y trascenderá cualquier proyecto político”.
Las acciones comunitarias tienen como objetivo la coordinación de los recursos existentes en los barrios, mediante el conocimiento general de las actividades que desarrolla cada uno. De esta manera se pasa de lo general a lo concreto, explicó la edil, con la puesta en marcha de “proyectos vivos que ya siente la población” encaminados al fomento del empleo o las actividades deportivas.
Demandas
Los ciudadanos piden mejoras generales en la accesibilidad, como la eliminación de barreras arquitectónicas, auditivas, en el transporte público, con la racionalización de líneas y la generalización de bonos, aumento de los carriles bicis, eliminación de puntos negros circulatorios o incrementar la flexibilidad horaria.
En cuanto a las nuevas tecnologías, los ciudadanos exigen su promoción en los ámbitos económico, educativo o lúdico y la apertura de cibercentros en los barrios de la ciudad. En cuanto a los espacios públicos, se demanda más peatonalización de zonas y calles, así como el aumento del número de parques y jardines.