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La piqueta destruye parte del interior de una vieja casona del siglo XIX

Los atentados contra el patrimonio histórico del casco de Las Palmas de Gran Canaria tienen un nuevo capítulo en la calle Cano. La piqueta ha actuado en el interior de una vieja casa de la segunda mitad del s. XIX, obra de Laureano Arroyo y Velasco. Este lunes el Ayuntamiento, ya informado de la actuación, ordenará la paralización de las obras y se abrirá el preceptivo plazo de tres meses para que el autor de la remodelación legalice la situación. Como en este caso no podrá hacerlo, dado el carácter de las obras realizadas, deberá reponer el interior del edficio a su estado original y afrontará una sanción económica cuantiosa.

El inmueble de dos plantas, sito en el número 20 de la calle Cano, tiene un uso comercial y está catalogado como de interés histórico y tipológico, es decir, pertenece al “grupo de aquellos edificios cuya solución arquitectónica se considera globalmente de interés y se ha mantenido en buena parte la tipología original, lo que permite mostrar la historia de la arquitectura de la ciudad y, por tanto, su evolución”.

La importancia de este tipo de casas hace que las obras que se pueden realizar en ellas sean muy limitadas. “Deben conservar íntegramente su aspecto exterior”, lo que en este caso sí se ha respetado, ya que no se han realizado obras en la fachada, “así como su organización interior”, según el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) Vegueta-Triana.

En esa organización interior se incluye la estructura portante. En la arquitectura de esa época, todos los muros interiores, de gran grosor, realizaban funciones de carga y uno de los de la calle Cano, 20 ha desaparecido tras las modificaciones, realizadas, además, con una licencia de obra menor. Pero no es la única desaparición bajo el impacto de las herramientas de albañilería. Una escalera de trazado curvo que daba acceso al piso superior, incluida en el plano de la planta del edificio, tampoco está ya en el lugar en que se construyó hace más de 150 años.

Al respecto de estas actuaciones el PEPRI es rotundo: “En aquellos casos en que la disposición de huecos y tratamiento de los mismos se haya alterado, deberá restablecerse a su estado inicial”. Es lo que determinará el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, toda vez que se inicie el proceso sancionador este lunes.

El director del Área de Gobierno de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda del Consistorio, Carmelo Padrón, manifestó a CANARIAS AHORA que quien realiza obras que atentan contra el patrimonio “tienen un problemón” y señaló su satisfacción por que los servicios municipales ya hubieran acudido a ver las obras e “informado sobre ellas”.

También opinó al respecto la tercera teniente de alcalde, Nardy Barrios, que hizo autocrítica para señalar que en el Ayuntamiento “tenemos que ser mucho más diligentes en el cuidado del patrimonio”, porque “no podemos perder este tipo de edificios”.

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