A Ruano no le gusta el término 'Fiscalía Anticorrupción'

El presidente del grupo parlamentario nacionalista (CC-PNC-CCN), José Miguel Ruano, ha asegurado que “hay que reivindicar la acción política como algo digno y que tiene que ser reconocido y que los actores políticos tienen que ser ejemplo de ciudadanos”.

Ruano ha señalado en una entrevista a Europa Press que la imagen que tiene la sociedad de la clase política “tiene que ver con cómo la democracia representativa es capaz de identificarse con la ciudadanía y con cómo es capaz de proyectar un estilo ético de hacer las cosas”. A su juicio con la combinación de dignificar la acción política y el ejemplo de actuación de los dirigentes políticos “la democracia se fortalece y se fundamenta”.

El diputado de CC mantuvo que se ha ido evolucionado y que “estamos en condiciones de reivindicar la dignidad de la acción pública y saber al mismo tiempo que hay que converger con la ciudadanía en base a mostrarse de forma sencilla, abordar las cosas con naturalidad, comportarse como cualquier ciudadano con sus obligaciones y preocupaciones y responder a una forma ética de hacer las cosas”.

En este punto, reconoció que hay demandas de la sociedad “que pueden parecer inconcretas, pero podemos identificar”. Se refirió a la petición de que los políticos tengan “un comportamiento ético acorde con la delegación que hacen en nosotros”. Señaló que se les exige trabajo, dedicación, cumplimiento de sus obligaciones, observancia de principios de comportamiento, incluso, mejores que los del conjunto de la sociedad.

“Este es un asunto que tiene que ver la filosofía. La moral es colectiva. Formamos parte de sociedades en las que existe una moral en función de que el conjunto de quienes la conforman la asocian a parámetros no escritos de comportamiento, pero la ética es individual”, argumentó para proseguir defendiendo que “el comportamiento ético acorde a unos principios tiene que ver con el reconocimiento moral colectivo del mismo”.

“La sociedad no acepta la corrupción”

Para mantener sus palabras puso el ejemplo de que no cree que se deba utilizar el término fiscalía anticorrupción. Indicó que en nuestra sociedad “la corrupción no es moralmente aceptable”. “Hay corruptos, claro que sí. Son sujetos individuales que violan la normativa legal y son merecedores de sanción jurídica en términos penales, pero no hay corrupción en cuanto a que la sociedad no acepta la corrupción como forma de vida”, dijo para insistir en que existen sociedades en las que el valor de la corrupción es común. “Son sociedades donde hay corrupción, pero en ésta hay corruptos y se les combate con el derecho penal”, matizó.

Esta argumentación la trasladó también a otros ámbitos. Ruano expuso que los políticos además también tienen que ir a trabajar a su hora o responder a las demandas de los ciudadanos.

Con respecto a las demandas del movimiento 15M y el anuncio de CC de estudiar sus propuestas, el diputado de CC afirmó que el Gobierno tiene “la responsabilidad” de canalizarlas a través de la Ley de Participación ciudadana, que “necesita desarrollo”. Aclaró que estarán implicados todos los departamentos del Ejecutivo. “Hay que articular fórmulas para que la sociedad civil organizada participe”, repitió.

No precisó si las consultas a los indignados se realizarán a través de una comisión de estudio en la Cámara o a través de procedimientos de audiencia al modelo norteamericano del hearing. “Habrá que ver cuál es la actividad previa que se ha producido en la participación pública de la iniciativa. Es habitual que los grupos escuchen a colectivos con independencia de que sea la Cámara quien tome la decisión”, dejó en el aire.

Ruano admitió el problema existente al ser éste un movimiento “asambleario”. Expuso que no están articulados al uso y que hay grupos que no representan al conjunto del colectivo. “No es fácil dar respuesta y también hay inconcreción de demandas”, dijo para añadir que la sociedad se articula, entre otros, en representantes políticos, organizaciones sociales, sindicales, empresariales, culturales, fundaciones y asociaciones. “El marco de la sociedad civil debe ser respuesta de las demandas y precisan de una concreción”, finalizó.