Santa Cruz de Tenerife se paraliza con la huelga general
“No paran ni para echarse un cortadito”. Con estas palabras definía un camarero la actividad en la cafetería en la que trabaja, a pocos metros de la céntrica calle Castillo en la mañana de este miércoles de huelga general. “Me da la impresión de que la huelga se nota más que la anterior”.
En el centro de la capital tinerfeña ni siquiera los turistas parecían consumir. “We know”, comentaba un alemán con mochila que aseguraba estar al tanto del “strike” en toda España, mientras esperaba, infructuosamente, que una guagua le acercase al puerto.
En efecto, los servicios de transporte urbano quedaron paralizados hasta los servicios mínimos a partir de las 18:00. Un letrero en cada parada de tranvía lo recordaba. En el intercambiador, las guaguas estacionadas y pocos pasajeros con mucha paciencia.
No solo en las cafeterías, sino que en otros comercios se ha notado el impacto del parón en protesta contra las políticas estatales para hacer frente a la salvaje crisis económica. “No es una protesta solo contra Rajoy, sino contra todo el Congreso. Hay que recuperar los ideales del 15M”, opinaba una joven.
Apenas ha habido incidentes, salvo que la Policía tuvo que abrir un pasillo poco antes de las nueve de la mañana para que los empleados de un centro comercial pudiesen acceder a sus puestos de trabajo, y piquetes en la puerta principal del mercado central, el de Nuestra Señora de África, donde abrieron su puestos menos de la mitad de sus propietarios.
“Muy poca gente. No sé para qué hemos abierto porque como no hay transporte, la ciudad se ha paralizado. Sinceramente, no me convence mucho la huelga. Ya no creo en ellas. Necesitamos algo más?contundente”, afirmaba una trabajadora en una frutería.