Ciudadanos no prohíbe votar lo mismo que Podemos como en Santa Cruz de Tenerife, sino gobernar juntos

Vidina Espino, junto a Mariano Cejas y Melisa Rodríguez

Alexis González

Santa Cruz de Tenerife —

La crisis desatada en Ciudadanos por haber pactado con el PSOE un gobierno en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tiene visos de acabar en dimisiones y expulsiones, ante las graves acusaciones de “tamayazo” que ha vertido sin pruebas contra sus dos concejales la secretaria de Comunicación naranja, Vidina Espino, el mismo sábado en que PSOE, Cs y UP acababan con 40 años de poder de Coalición Canaria.

Patricia Hernández, la primera alcaldesa socialista tras cuatro décadas de gobierno municipal de Coalición Canaria y sus anteriores marcas, obtuvo el bastón de mando gracias a un pacto con Ciudadanos y los votos de Unidas Podemos. El pacto se venía fraguando días atrás, sin la participación en el gobierno de Unidas Podemos. Y esa es precisamente una de las condiciones que validan el apoyo de Ciudadanos a un cambio de ciclo en la capital tinerfeña: no está prohibido votar lo mismo que Podemos, por pura lógica, sino participar en el mismo gobierno.

Fuentes del partido naranja han explicado a Canarias Ahora que el ejemplo más claro se da desde diciembre en la Junta de Andalucía. Ciudadanos gobierna con el PP esa Comunidad después de 36 años de poder socialista, pero no lo hace con Vox que, sin embargo, dio su apoyo a la investidura de Juanma Moreno. En Santa Cruz, Unidas Podemos no va a entrar en el gobierno presidido por Patricia Hernández, y solo ha permitido con sus votos que se diera el fin de ciclo de Coalición Canaria.

Así, uno de los argumentos esgrimidos el sábado en el pleno de Santa Cruz por Vidina Espino y la también miembro del comité de pactos Teresa Berástegui, de que sus dos concejales, Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano habían cruzado esa línea roja se cae por su propio peso. Más allá de que recibieran whatssapp a última hora y de urgencia para no hacer alcaldesa a Patricia Hernández porque las presiones de Coalición Canaria en Madrid a la cúpula estatal de Ciudadanos fueron de órdago. De fondo, un pacto regional de derechas que descarrilaba el viernes.

Las mismas fuentes explican que quien ha sido señalado como el muñidor de ese pacto de gobierno PSOE-Cs con el apoyo externo de UP en Santa Cruz de Tenerife, el secretario de Organización naranja, Juan Amigó, ni ha dimitido de su puesto ni era favorable a esa alianza. Más bien todo lo contrario: Amigó prefería un pacto con Coalición Canaria y Partido Popular en el Ayuntamiento, para avanzar de paso hacia un Gobierno de Canarias de ese color tripartito con los gomeros de ASG.

Y lo que realmente se venía gestando con el conocimiento pleno del comité de pactos naranja del que forman parte Vidina Espino y Teresa Berástegui era una coalición municipal de gobierno entre Ciudadanos, PSOE y PP para acabar con esos 40 años de poder de CC.

Una misma coalición PP-PSOE-Cs que podría tener un reflejo inminente en el Gobierno de Canarias, sin necesidad de apoyarse en los gomeros de ASG. Sin embargo, la oferta envenenada de Coalición Canaria de darle al PP la Presidencia del Gobierno de Canarias dejó fuera de ese pacto municipal al PP por unas horas, y estos decidieron votarse a sí mismos en Santa Cruz de Tenerife. Los concejales de Ciudadanos, que habían fusionado ya sus programas con los del PSOE, siguieron adelante y acabaron con el dominio de Coalición Canaria en la capital tinerfeña.

Pero la crisis en Ciudadanos ha sido de tal calibre, con esas acusaciones de Espino hacia sus compañeros de prestarse a un “tamayazo”, que las consecuencias son de momento imprevisibles. Y no precisamente por la apertura de expedientes disciplinarios a esos concejales, sino por las advertencias de querellas que tanto la concejal Zamudio como ya públicamente la alcaldesa Patricia Hernández lanzan a la que es secretaria de Comunicación y candidata a la Presidencia de Ciudadanos.

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