Más de 100 taxistas sacan la 'tarjeta roja' a Cardona en una concentración silenciosa
Alrededor de 160 trabajadores del sector del taxi de Las Palmas de Gran Canaria han mostrado su rechazo a la gestión del alcalde, Juan José Cardona, durante estos cuatro últimos años, mediante una concentración que ha tenido lugar este jueves frente a las puertas del Ayuntamiento.
Autónomos y asalariados, ataviados con el uniforme impuesto por la Administración local durante el presente mandato, han permanecido varios minutos en silencio en la acera opuesta al antiguo Hotel Metropol, mostrando carteles y pancartas con frases que rezaban “el Ayuntamiento nos lleva a un callejón sin salida” o “el taxista también tiene familia”. Tras el sonido de un silbato, todos levantaron las manos mostrando una tarjeta roja.
El taxista Gorki Bethencourt explica que la iniciativa sirve para expresar “nuestra repulsa” a cuatro años en los que “nos hemos sentido no solo dejados y abandonados, sino además maltratados por la gestión del Consistorio”. Al respecto, denuncia que la Administración municipal se ha reunido únicamente con una parte del sector “que curiosamente no está aquí y en teoría son los representantes legales del sector”.
Para Bethencourt, el que 160 trabajadores hayan secundado el acto “es un número importantísimo”, porque de las 1.600 licencias que circulan por la ciudad, “la mitad está en manos de viudas y jubilados, gente a la que no le corresponde tener la titularidad de un taxi”.
Bethencourt aclara que detrás de la convocatoria “no hay ninguna asociación ni banderas, nos hemos convocado los taxistas solos y en nuestro nombre”. En este punto, lamenta que ni las Cooperativas de la capital, ni la Asociación de Trabajadores Atonómos de Auto Taxis (ATAT) “han querido estar aquí”.
Sobre los motivos que le llevan a criticar la gestión de Cardona, señala como factor principal la falta de diálogo por parte de la Administración local, que según señala, ha eliminado de la Ordenanza que regula el sector la previa audiencia de las asociaciones para adoptar decisiones de índole laboral.
De esta forma “nos dejan totalmente fuera de cualquier posibilidad de consenso con el Ayuntamiento”. Eso ha derivado en que haya iniciado “un circo en las redes sociales dedicado a publicar las instrucciones donde nos imponían todo lo que venía en el nuevo reglamento”. Algo que, recuerda, sucedió con los uniformes que visten en la actualidad, “una cosa que nunca entendimos”. “Pidieron a los ciudadanos que participaran a través de Twitter y dijeran cómo debíamos vestirnos”, cuando “nosotros habíamos hecho un referéndum y había ganado el no”.
Otro de los puntos de la Ordenanza que genera discusión se centra en que un solo titular pueda acumular hasta cinco licencias.
