El Ayuntamiento de la capital grancanaria modifica los cortes de tráfico de la calle San Bernardo a petición de los comerciantes
Sagulpa ha informado de que los cortes de tráfico de la calle San Bernardo, en Las Palmas de Gran Canaria, se han cambiado después de recibir una petición de los comerciantes de la zona de Triana alegando que “el corte del tráfico ha repercutido en un descenso de la actividad comercial”.
En este sentido, recuerda que desde el 22 de enero está cerrada la calle Primero de Mayo para ejecutar las obras exteriores del aparcamiento de San Bernardo, que se encontraba cerrado desde 2016 por su “mal estado y peligrosidad” para las personas, trabajos que han motivado también el corte del tráfico rodado que, recuerdan, se dejó para hace una semana y media, ya que aceptaron la petición de los vecinos de hacer esos cortes tras las Navidades y la primera semana de rebajas.
Sin embargo, ahora empresarios de la zona han dirigido un escrito a la Concejalía de Distrito Centro, para que se cambien los cortes de tráfico para lo que incluyen un plano con la “solución”. En este sentido, el concejal del área, José Eduardo Ramírez, apuntó que la intención desde el principio de este proyecto “ha sido molestar lo menos posible” y aseguró estar “siempre abiertos a recibir sus propuestas de mejora” para minimizar “contratiempos innecesarios”, según informó Sagulpa.
Tras estudiar con los técnicos en el terreno el plano aportado por los comerciantes, se ha considerado que “es posible” reubicar las vallas como piden los afectados. De este modos, los coches podrán salir por la calle Concha Espina y la calle Doctor Domingo Déniz.
Por otro lado, se indicó que tras las primeras catas realizadas en el exterior se ha podido comprobar el mal estado de la cubierta del aparcamiento, sobre todo, en el tramo de Primero de Mayo, señalando que las fuertes lluvias de estos últimos días “han evidenciado la gravedad de las deficiencias” y han producido inundaciones en el interior.
Al respecto, apuntan que la “estanqueidad es nula y la impermeabilización inexistente”, por lo que según Ramírez “se confirman los peores pronósticos”. Asimismo, consideró que “no va a ser posible” terminar las obras antes de lo previsto debido a que los daños en la cubierta “son gravísimos” y requerirán de una intervención “profunda”. De todos modos, puntualizó que han solicitado a la contrata que también trabajen los sábados para “adelantar todo lo posible” y confía en que el plazo de finalización de esta fase será de ocho meses como establece el contrato.
