Canarias, segundo lugar del mundo en complicaciones renales de la diabetes
En rueda de prensa, Lorenzo subrayó que la diabetes y sus complicaciones no es un problema nuevo y se da, sobremanera, en los países desarrollados o en vías de desarrollo. “Se puede considerar una epidemia silenciosa, una plaga, un problema de salud universal o un tsunami de salud”, dijo, destacando el “triángulo fatídico” que representa junto a la obesidad y el sedentarismo.
En esta línea, recordó que la diabetes, “enfermedad que no duele”, puede llegar a producir complicaciones que llevan al paciente a recibir diálisis, a padecer problemas de riego y circulatorios, amputaciones, retinopatía o ceguera, entre otras. Asimismo, hizo hincapié en el “extraordinario” coste económico que supone para la sociedad, estimado en 2 millones de euros en 1995 y en aproximadamente el doble en 2001.
“Éste es un problema universal y el grado de complicaciones es muy alto”, insistió Víctor Lorenzo, quien destacó que en 2005, Canarias tuvo el triple de entre 20 y 30 pacientes diabéticos en diálisis por millón de habitantes, encabezando el ranking por comunidades autónomas y representando una gran preocupación para la sociedad médica de las Islas. El coste diario en medicamentos para estos pacientes, añadió, se sitúa en torno a los 40 euros diarios, y el sobrecoste del gasto en el Archipiélago es de unos 5,5 millones de euros.
Lorenzo reconoció que se está realizando un esfuerzo por reducir el número de enfermos, “pero el descenso es muy sutil, pues mientras que en Canarias estos pacientes que van a diálisis son el 43%, la media de España está en el 23%, siendo Estado Unidos el único lugar del mundo que supera las cifras de Canarias”. Por otra parte, indicó que ésta es la comunidad que más trasplantes hace en el planeta, existiendo pequeñas diferencias entre las dos provincias.
De este modo, en Santa Cruz de Tenerife, la tasa de diabéticos en diálisis es mayor que en Las Palmas, “aunque el problema no deja de ser especialmente grave en todo el conjunto del Archipiélago”, reiteró. Víctor Lorenzo apostó por incrementar el grado de advertencia e hizo un llamamiento para que todos los agentes sanitarios, “comenzando por los gestores de la Sanidad de la Comunidad Autónoma”, dediquen “urgentemente” todos sus esfuerzos para prevenir el desarrollo de la diabetes y sus penosas complicaciones.
Perfil del diábetico canario
Por su parte, Benito Maceira explicó que esta “barbaridad” que ocurre en Canarias deriva de un problema fundamental: la obesidad, calificándola de “una locomotora que tira de la diabetes, la hipertensión o el colesterol”. El Archipiélago, recordó, encabeza también la lista de lugares del mundo en materia de obesidad, “casi al mismo nivel de Estados Unidos”. En esta línea, señaló que el 30% de la población de las Islas es obesa, cuestión que, sostuvo, se relaciona asimismo con la clase social.
En este sentido, explicó que si se establecen cinco clases sociales en Canarias, la primera de ellas tendría un 40% de obesos, la segunda un 36%, la tercera un 26%, la cuarta un 21% y la quinta un 15%, de tal forma que los obesos “pertenecen a las clases más desfavorecidas”, sucediendo lo mismo con la diabetes. Además, precisó que ésta es la comunidad española con la bolsa de pobreza más grande, pues el 21% de canarios vive bajo su umbral.
Sobre los motivos que hacen que las complicaciones de la diabetes se den en mayor medida en las clases más pobres, apuntó, en primer lugar, al difícil acceso a la comida sana. También influye la falta de educación nutricional, el consumismo, “que ocasiona una clara distorsión en la escala de valores y que nos va a matar”, y el sedentarismo. Así las cosas, remarcó que existen “dos grandes amenazas en los países desarrollados: el cambio climático y el cambio de peso”.
Maceira abogó por invertir en medicina preventiva, en información, en campañas masivas, en la edición de guías nacionales sobre dietas sanas y actividad física, en el abaratamiento de los precios de la comida sana y en la mejora de las políticas de transporte para fomentar el ejercicio. “Se trata, en definitiva, de cambiar el mundo”, dijo.
Asimismo, dio a conocer el perfil del canario con complicaciones por la diabetes: autóctono, rural, socialmente desfavorecido, con una dieta inadecuada y un diagnóstico tardío. “El problema social va con el cultural”, sostuvo, al tiempo que insistió en que en las Islas hay “una dieta absolutamente dislocada”. Como ejemplo, señaló que los canarios consumen un 122% más de dulces respecto a los madrileños.
Benito Maceira hizo hincapié en que las complicaciones de la diabetes son eludibles si el paciente se ha controlado, pues el 62% de estos enfermos se controla desde que se le diagnostica la enfermedad, aunque ese casi 40% restante es muy preocupante. Otro dato destacable es que el 61% de los enfermos en diálisis se enteró de la diabetes tras sufrir complicaciones, y el 39% lo supo a través de chequeos o síntomas.
Los dos profesionales resaltaron que el modelo de atención en Canarias “ha de mejorarse aún muchísimo” y apostaron por ahorrar un “ingente sufrimiento” abordando el problema de raíz, y no cuando la enfermedad se ha ido dejando, con lo que implica de sufrimiento humano, alteración grave del entorno familiar y unos gastos sanitarios y sociales cuantiosísimos.