Informe Trópico

La dictadura de la felicidad, el negocio que factura millones de euros y que puede derivar en soledad

El cantautor Aristides Moreno y la catedrática de Filosofía Moral María José Guerra en el programa Informe Trópico

Natalia G. Vargas

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Canarias es una de las comunidades autónomas con peor calidad de vida de España. Aún así, su población se considera una de las más felices del país. Estar con la familia, el autocuidado, tener acceso a una vivienda y a la sanidad, escuchar música o leer son algunos de los hábitos que los canarios y canarias identifican con la felicidad. Este concepto se ha ido transformando a lo largo de la historia. Ahora, los expertos se cuestionan si se ha convertido en un producto o en un negocio. A esta pregunta ha intentado dar respuesta el último episodio de Informe Trópico, emitido este domingo en Televisión Canaria. 

“La sociedad del consumismo ha colonizado la felicidad, que se asimila al poder, la posesión y la riqueza”,explican la catedrática de Filosofía Moral de la Universidad de La Laguna María José Guerra y el psicólogo Leocadio Martín. Según estos expertos, la creencia de que la población canaria es de las más felices es una idea vendida. “Nuestra principal industria es el turismo, por eso han intentado vender que esto es un paraíso”, señala Guerra. 

Aun así, los índices de pobreza que golpean al Archipiélago son la muestra de que el turismo “no se ha traducido en un mayor bienestar”. “Todo es resultado del intento de convertir Canarias en un parque temático para turistas”, añade la catedrática. Por el contrario, tal y como señala el psicólogo, los isleños se ven obligados a dedicar la mayor parte de su tiempo a trabajar para conseguir “lo mínimo”. 

La dictadura de la felicidad 

“Si quieres puedes”, “Tienes que ser la mejor versión de ti mismo”. En España se venden más de 10 millones de libros de autoayuda, lo que se traduce en una facturación de al menos 20 millones de euros. Los mensajes positivos e inspiradores están ya plasmados en bolígrafos, libretas, cojines y en todo tipo de productos. A veces, generando expectativas muy difíciles de alcanzar. En Informe Trópico, los expertos aseguran que la búsqueda de la felicidad se ha mercantilizado. En la calle, las opiniones están divididas. Por un lado, hay quienes consideran que la happycracia “eleva la autoestima” y que es beneficiosa. Otros creen que esta corriente puede ser perjudicial: “No todo el mundo puede con todo. Hay que ser feliz con lo que se puede”. 

“Lo que nos han estado vendiendo con estos libros y con el coaching es que la felicidad se puede conseguir rápido, y no”, afirma Leocadio Martín. Por su parte, el cantautor Aristides Moreno sostiene que estar feliz no es estar todo el tiempo alegre, sino poder sentirse triste. “Desde pequeños nos inculcan que hay que estudiar para tener un trabajo, para tener dinero, comprarte una casa, un coche, tener hijos y morirte. Nos enseñaron a ser fuertes, ricos, poderosos. Cuando la gente no alcanza las metas, se hunde en la profunda soledad”, añade el artista. 

Soledad 

Para el psicólogo y psicoterapeuta Buenaventura del Charco, se llama “cambio” y “desarrollo personal” a algo que no es más que “autoexigencia”. “Tenemos miedo a no ser suficientes. Vivimos en una época de compararnos en redes. Ya no se busca solo el cuerpo perfecto, sino la actitud perfecta ante la vida. Vivimos en un postureo actitudinal positivista que hace que la gente esté cada vez más sola”, sostiene. 

La psicóloga general sanitaria Carla Melián añade que ocultar las emociones o intentar disimularlas transforma el dolor emocional en dolor físico. En esta línea, los expertos coinciden en que las sociedades actuales sacan de la ecuación elementos decisivos en la salud mental de las personas, como la estabilidad económica o las relaciones sociales. “Nos olvidamos de cómo influye el lugar en el que vives o la educación que has recibido”, dice la psicóloga y trabajadora social María Luisa Blanco.

La soledad empuja en muchos casos a las personas a una situación de vulnerabilidad. Manuel Pérez es psicólogo y atiende a víctimas de abusos sectarios. El experto advierte que los miembros de las sectas son capaces de mimetizarse con actividades de nuestro entorno. En las ciudades canarias pueden verse numerosos talleres que parecen ofertar “cursos inofensivos”. Sin embargo, detrás de ellos hay grupos sectarios. “Se mimetizan tan bien que algunas entidades públicas no saben identificarlas y les ceden espacios”, alerta.

Durante su trayectoria ha identificado al menos 70 grupos sectarios en Canarias. En España, medio millón de personas pertenece a una secta. Las catástrofes naturales como la erupción de La Palma son escenarios en los que suelen actuar estos grupos. Los profesionales coinciden en que, cuando una persona necesita ayuda, debe recurrir a profesionales de la Psicología. Otro punto clave es la sinceridad: “Tenemos que ser honestos con nosotros mismos. Mirar la parte de nosotros que sufre, porque puede que sea la menos bonita y la que más nos necesita”. 

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