Los hogares canarios envejecen y se empobrecen
Los hogares en Canarias tienden a estar formados por “uno o dos miembros sin niños dependientes económicamente, siendo uno de los dos adultos de 65 o más años”. Así pues,“se observa un progresivo envejecimiento de los hogares al tiempo que una disminución del tamaño”, lo que desemboca en que el 61,08% de los hogares tiene menos de 2 unidades de consumo.
Así se desprende de un análisis monográfico que ha elaborado el Consejo Económico y Social (CES) de Canarias dentro de su último informe sobre indicadores económicos y sociales de las Islas, correspondiente al mes de marzo, por entender que la vivienda desempeña un papel “no solo como bien social de uso previsto por la propia Constitución española, sino también como bien de inversión o activo”, ademàs de que “constituye un instrumento público fundamental para la consecución del bienestar social”.
La crisis también ha hecho que se produzca “una progresiva disminución del número de miembros que componen el hogar, lo que se explica por la concurrencia de varios factores”, entre los que destacan fundamentalmente el descenso de la natalidad, el progresivo envejecimiento de la población y “el aumento de las familias monoparentales”. Así, según el CES, “los hogares formados por mujer de 65 o más años han pasado de representar el 5,86% en 2010 al 9% en 2014”.
En Canarias se observa un mayor peso de los hogares formados por familias monoparentales (3,6% en 2014) que respecto de la media en España (3,38% en 2014). También aumentan considerablemente los hogares formados por dos adultos sin niños con, al menos, una persona de 65 o más años, que pasa de representar el 9,35% en 2010 al 15% en 2014.
Vivienda unifamiliar
Según el análisis, en Canarias, con suelo siempre limitado, predomina la demanda de vivienda unifamiliar independiente con el 39,62%, hasta el punto de que esta tipología, unida a la unifamiliar adosada representa en las Islas el 60,03%, porcentaje que sólo es superado por la región de Extremadura.
Teniendo en cuenta que, según varios informes,“la mayor resistencia a la bajada de los precios está precisamente” en este tipo de viviendas, el CES apunta que “podría ser éste uno de los factores, entre otros, que explicarían la mayor resistencia en Canarias a la bajada del precio de la vivienda”.
Otro dato significativo es que, pese a la crisis económica, el régimen de propiedad en Canarias aumenta en siete años desde el 68,7% al 78%, al tiempo que el alquiler desciende desde el 31,2% en 2007 al 22% en 2014. Este modelo, según el CES, “contrasta claramente” con el europeo, en el que hay una mayor presencia del alquiler y, por tanto, “una mayor rotación de la vivienda parejo a una mayor movilidad de los miembros del hogar”.
Todo ello se encamina al hecho de que en Canarias “vuelve a tener mayor peso la vivienda unifamiliar independiente (33,67%) respecto de la media nacional (14,74%)”, probablemente porque es un tipo de vivienda más económico en relación con la cuota hipotecaria, el alquiler mensual y los gastos que genera la misma.
Del análisis de los datos, el CES concluye que en un escenario, todavía, de restricciones financieras para el acceso a la vivienda libre y de elevada tasa de paro en Canarias, unido todo ello a una renta media disponible inferior a la media nacional, “se hace necesario mantener la promoción de la vivienda social en alquiler, así como facilitar el acceso al mercado de la vivienda libre”.
Por otra parte, considera que la mayor oferta de vivienda “debe ser acorde a la nueva estructura del hogar lo que permitiría mayor equilibrio entre oferta y demanda”.
Rehabilitación y regeneración
Por ello, y dada la escasez de suelo en Canarias “se hace necesario también promover la rehabilitación y regeneración urbanas junto a la expansión del parque edificatorio y nueva urbanización”.
Asimismo, y teniendo en cuenta las “restricciones financieras de los hogares”, el análisis concluye que “es deseable un impulso a la regeneración y renovación urbana del parque inmobiliario, en especial del público”, pues ello “aumentaría la satisfacción y bienestar social en relación con la vivienda”.
Además, el CES considera que “no parece que la vivienda en propiedad en el marco del parque inmobiliario público sea lo más eficiente”, toda vez que que “dificulta la rotación del parque público de vivienda una vez superadas las dificultades económicas que propiciaron la adjudicación de la vivienda pública”, y porque, además,“limita la renovación y regeneración urbana”.
Del análisis de los datos también parece extraerse la necesidad de “cuidar más los espacios abiertos, zonas verdes y áreas de recreo de las zonas urbanas con el objetivo de aumentar la satisfacción social en relación con la zona de residencia”.
Exclusión social
Para el CES, la tendencia en los próximos años es “una mayor presencia de los hogares sin niños”, formados por “dos adultos y uno de ellos de 65 años o más”, lo que significa que la política de vivienda del Gobierno de Canarias deberá “prestar especial atención a las limitaciones de los mayores en los accesos a la vivienda y propiciar espacios adaptados a la nueva tipología del hogar”.
Finalmente, en cuanto a la exclusión social de los hogares en Canarias, en términos de retrasos en los pagos, tanto de hipotecas o alquileres como de otros gastos relacionados con el hogar, el CES considera “necesario prestar mayor atención a la evolución de estos indicadores en las islas”.
Y es que los datos aportados por el CES son preocupantes, pues el análisis apunta que mientras que en el período 2004-2007 el 9,96% de los hogares retrasaba sus pagos de hipoteca y alquiler, frente al 6,54% de la media española, en el año 2014 los problemas en estos pagos afectan al 14%, por lo que se ha más que duplicado. Y lo mismo sucede en los retrasos en pagar las facturas derivadas de los gastos de la vivienda (agua, luz, teléfono), que han pasado del 4,96% al 8,54%, tres puntos más que la media del resto del país.
