Los jóvenes multados con 3.800 euros en Letonia regresan a España
La justicia letona condenó este miércoles a los dos jóvenes españoles, Miguel Ángel López Beltrán y el teldense Edén Galván Suárez, acusados en mayo pasado en Letonia de ultraje a la bandera, a pagar sendas multas de 3.800 euros. El juez ratificó así el acuerdo judicial alcanzado la víspera entre el ministerio público y la defensa. El vicecónsul español en Letonia, Bernardo López, dio a conocer la noticia en El Correíllo de CANARIAS AHORA RADIO.
En el acuerdo alcanzado, los jóvenes reconocen su culpabilidad con lo que se evitan una pena mayor. “Si en los próximos seis meses no cometen otro delito, no hay problema alguno”, señaló Bernardo López.
La misma multa fue aplicada a dos portugueses que fueron detenidos con los españoles en mayo pasado, cuando se produjeron los hechos.
“Estamos relativamente contentos, queremos volver a España y olvidar todo esto”, dijo en una conversación telefónica López, que confirmó que este mismo miércoles regresan a casa. Asimismo, comentó que esperaba que el juez fuera “más duro”, aunque “sólo tuvo palabras positivas” y que pronunció la sentencia “con una sonrisa en los labios”.
El magistrado, al leer la condena, dijo que “se trataba de una chiquillada” y de “un hecho puntual”, y por lo tanto no era merecedora de una pena mayor. Según la legislación letona, el ultraje a la bandera nacional puede ser castigado hasta con tres años de prisión. La sentencia no contempla la prohibición de entrar en Letonia para los cuatro jóvenes multados
“Hemos tenido que admitir ultraje a la bandera, porque así califica la legislación letona el bajar banderas ornamentales colgadas de una farola”, agregó López antes de volar rumbo a España. Según el joven, “nos ha tocado pagar el pato, nuestras vidas han estado seis meses en stand by”.
Los jóvenes no tendrán que abonar la multa ya que quedó sufragada con el pago de la fianza del mismo monto que efectuaron en junio pasado para obtener la libertad provisional y viajar de regreso a España.
Los jóvenes fueron retenidos en Riga entre el 16 de mayo y el 4 de junio, después de que la policía los detuviera junto a otros cinco estudiantes portugueses, tras ser avisada de que varios extranjeros, al parecer ebrios, habían descolgado y pisoteado una bandera letona en el malecón del río Daugava.
Al ver a los agentes, los jóvenes habrían arrojado al río dos banderas, que posteriormente fueron rescatadas por los bomberos, y además se les incautaron otras tres enseñas, que habían quitado de unos barcos atracados en un muelle.