Muere apuñalado un joven en Puerto del Rosario
El cuerpo sin vida de un joven de unos 20 años ha aparecido en un edificio de la calle República de Ecuador de Puerto del Rosario. El vecino que dio la voz de alarma relató a ACN Press que se encontró sobre las 13.00 horas a la víctima en el rellano de la escalera y que tras llamar a los servicios de emergencia, escuchó los gritos de una chica pidiendo socorro provenientes de la vivienda en la que el joven vivía.
Esta joven rondaba los 18 años y mantenía una relación sentimental con el fallecido desde hacía pocas semanas, según describió un amigo de la víctima. Éste y otros vecinos de la zona, afirmaron que la chica presentaba un corte extenso en el brazo y varias magulladuras, razón por la que fue trasladada al Hospital General de Fuerteventura.
Según relataron los mismos testigos, el cuerpo de Christian S. se encontraba tendido boca abajo en las escaleras y estaba ensangrentado, a causa de las puñaladas que presuntamente recibió, la más profunda, según dicen, se encontraba en el estómago. Asimismo, aseguraron que se encontraba maniatado cuando lo hallaron.
Estas personas afirmaron que la joven describió antes de ser trasladada cómo un hombre con una serie de tatuajes en el cuerpo les había atacado. De momento no se tiene más información sobre si se producirá alguna detención pronto o los motivos que pudieron causar esta muerte.
Al lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la Policía Judicial, dos forenses, la juez instructora del caso y la Policía Nacional, que acordonó la zona hasta aproximadamente las 17.00 horas, momento en el que trasladaron al cadáver.
“Quería ser militar''
Un amigo de la víctima que se acercó a la zona describió Christian como una persona apacible que no causaba problemas. Asimismo, recordó que la víctima tenía la intención de estudiar el Grado Medio, que le permitiera acceder al Cuartel ubicado en Puerto del Rosario. “Quería ser militar”, aseguró.
Los vecinos, que afirmaron no haber oído gritos, ni signos de violencia mientras ocurrían los hechos, se mostraron sorprendidos, porque aseguraron que tanto la víctima como su padre, con el que convivía en Fuerteventura desde hace cinco años, “eran buena gente”