El Parlamento pondrá en marcha una unidad de urgencias psiquiátricas y pide prioridad para el trastorno de la personalidad

Urgencias del Hospital Insular. (FOTOGRAMA DE RTVC)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Parlamento de Canarias ha aprobado este lunes por unanimidad una proposición no de ley en la que pide que se pongan en marcha en los principales hospitales un servicio de urgencias psiquiátricas y que en la atención sanitaria se de prioridad a las personas con trastorno límite de la personalidad.

Estas son parte de las demandas de una proposición no de ley sobre las personas con trastorno límite de personalidad que, según se informó en la comisión parlamentaria de Discapacidad, son cientos en Canarias y muchas de ellas no han sido diagnosticadas, y presentan un riesgo de suicidio 400 veces mayor que el resto de la población.

En concreto, la Cámara regional pide que se aplique el código 'AA' en las tarjetas sanitarias de los afectados por este trastorno para que se de prioridad a su atención y que se elabore un plan de acción y una guía clínica su seguimiento y control, en el que además se de prioridad a la psicoterapia frente al abuso de fármacos.

También reclama que haya atención domiciliaria a cargo de equipos multidisciplinares que hagan un seguimiento a largo plazo y que el Gobierno de Canarias establezca centros de día específicos en los sitios que sea necesario. Además solicita que haya un proceso de transición entre la atención psiquiátrica infantojuvenil y la de adulto, una red de apoyo a las familias y viviendas supervisadas para afectados por este trastorno.

El diputado de la Agrupación Socialista Gomera Jesús Ramos admitió que algunas de estas medidas requerirán de fondos y de tiempo, y también aludió al drama social que a su juicio viven estas personas cuando dejan de recibir atención psiquiátrica infantil al hacerse adultos, lo que para muchos supone que del día a la noche “se quedan sin cobertura”.

La diputada de Sí Podemos María del Río precisó que el trastorno límite de personalidad se caracteriza por un patrón dominante de inestabilidad y una gran dificultad para regular las emociones, lo que provoca cambios repentinos en el estado de ánimo y problemas en las relaciones personales.

En ocasiones su desconexión con la realidad deriva en un comportamiento autodestructivo, y añadió que se calcula que a nivel nacional hay un 2% de la población con este trastorno que resultad de difícil diagnóstico por su diversidad de síntomas, aparte de que no tiene un tratamiento farmacológico específico.

Agregó María del Río que el 70% de los afectados han tenido algún intento de suicidio y de éstos el 50% lo ha hecho en varias ocasiones, mientras que un 8% lo consigue, lo que se estima en unos cien mil suicidios al año. El panorama sanitario en Canarias es “bastante desolador” para estos pacientes y sus familias, que ven como muchas veces no se diagnostica hasta la madurez, pues en la infancia se confunde con trastornos de conducta.

Por el grupo de Nueva Canarias Carmen Hernández aludió a la gravedad de un trastorno poco conocido que genera inestabilidad permanente en todos los planos de la vida y que con frecuencia se manifiesta en autolesiones, y recordó que en otras comunidades hay hospitales con unidades especializadas en este ámbito.

Aplicar la proposición no de ley va a suponer un esfuerzo económico, prosiguió Carmen Hernández, pues se requerirán profesionales especializados y equipos multidisciplinares, pero también es importante “dar un poco de esperanza a las familias que ven con angustia cómo no tienen una respuesta”.

Pedro Sosa, del grupo Socialista, coincidió en que el panorama en Canarias es “muy desalentador” por la falta de recursos, y consideró que la asistencia debe comenzar desde la atención primaria para facilitar a las familias la información adecuada y la detección precoz, que es “clave” para el control del afectado.

La parlamentaria del grupo Nacionalista Canario Cristina Valido puntualizó que es importante ofrecer apoyo a las familias, y en particular a las madres, porque muchas veces su vida es “un infierno que no tiene final” y viven una batalla día a día, pues es imposible controlar los impulsos que produce el trastorno. Esta situación, añade, se agrava por el consumo de drogas de diseño, que provoca que hayan aumentado la prevalencia de las enfermedades psiquiátricas.

Por el grupo Popular Juan Manuel García pidió a las consejerías de Sanidad y de Derechos Sociales que trabajen de la mano en este asunto para que resulte más eficaz y recordó que también las islas no capitalinas deben tener de servicios de atención en este ámbito. El diputado popular confió en que el Gobierno de Canarias cumpla la proposición no de ley para que no se quede “en una mera carta de intenciones”.

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