La patronal hotelera pide al Gobierno que destine al aeropuerto Tenerife Sur lo que no va a invertir en El Prat
La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) considera que el Gobierno de España y el ente público Aena “ya no tienen excusa para no invertir en una nueva terminal de pasajeros en Tenerife Sur, uno de los aeropuertos internacionales de la red española más rentables, con más de 11 millones de pasajeros anuales (cifra anterior a la pandemia)”. Así lo ha afirmado la patronal hotelera en un comunicado después de conocer la decisión del Ministerio de Transportes de paralizar el proyecto de ampliación de El Prat, en Barcelona, por falta de consenso.
Ashotel ha aprovechado esta última resolución para pedir la construcción de “una nueva terminal de pasajeros en Tenerife Sur”, que cuenta, asegura, con el apoyo de “muchos agentes económicos, sociales y políticos de la isla y de Canarias”. Por ello, la asociación cree que no se justifica “de ninguna forma” lo que considera una “falta de sensibilidad del Estado para con la sociedad canaria”.
Los hoteleros indican que las inversiones previstas en el último Documento de Regulación Aeroportuaria, DORA 2017-2021, contemplaban solo la unión de las dos terminales de en Tenerife Sur, una de ellas “completamente obsoleta”, que data de 1978, y otra “inutilizada desde su construcción por diferentes problemas”, además de la adecuación de la plataforma de estacionamiento de aeronaves.
Estos proyectos son para Ashotel “operaciones de parcheo”, no una “inversión real y consecuente con la importancia del transporte aéreo para Tenerife como potencia turística”.
La patronal hotelera pide a Aena y al Gobierno de España que se destine a Tenerife Sur parte de la inversión prevista en El Prat, ya que, a diferencia de Barcelona, en la isla hay consenso “desde hace ya bastante tiempo”.
Al respecto, el presidente de Ashotel, Jorge Marichal, recuerda que “ya Aena se equivocó en un proyecto anterior en Tenerife Sur, el de la terminal satélite, que finalmente se comprobó que no sirvió para nada y, de hecho, está en desuso”, motivo por el que insiste en que “es necesario consensuar con la isla qué infraestructura necesitamos aquí”.
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