La probabilidad de éxito de un fumador que abandona el hábito se multiplica por tres si recibe ayuda médica

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) recuerdan, con motivo de la celebración el próximo 31 de mayo del Día Mundial Sin Tabaco, que las probabilidades de éxito de un fumador que abandona el hábito se multiplica por tres si recibe ayuda médica.

Así, cuando un fumador deja el tabaco por méritos propios, sólo haciendo uso de su fuerza de voluntad, las probabilidades de éxito se sitúan entre el 5 y el 10 por ciento, un porcentaje que se multiplica por tres si el fumador cuenta con ayuda médica.

Por ello, ambas sociedades hacen constar que, aunque la actual Ley Antitabaco ha supuesto una “importante mejora para la salud pública”, se debe seguir avanzando a través de un “mayor apoyo del Sistema Nacional de Salud a todos aquellos que quieren dejar de fumar”.

En este sentido consideran que la ayuda a los fumadores debe generalizarse, no limitarse solo a la Atención Primaria, sino “extenderse a la consultas especializadas y a los hospitales”. Para ello, es “importante” procurar la mejor formación en diagnóstico y tratamiento a todos los profesionales implicados en la salud.

Asimismo, es importante la creación y desarrollo de Unidades Especializadas en Tabaquismo, donde algunos fumadores puedan ser derivados y donde se lleven a cabo funciones de docencia e investigación.

Y, por último, apuestan por la financiación pública de los tratamientos del tabaquismo. Al igual que se financian los tratamientos de cualquier otra enfermedad crónica debe ser “obligatoria e igual en todas las comunidades autónomas” para dar a todos los fumadores las mismas oportunidades.

“Tan importante como la prevención en los jóvenes es atender al fumador que quiere dejar de fumar para reducir el número de muertes prematuras asociadas al tabaco”, indica el coordinador del grupo de tabaquismo de SEMERGEN, José Luis Díaz-Maroto.

SE PIERDEN TRES MESES DE VIDA POR CADA AÑO FUMANDO

Hay estudios que demuestran que a partir de los 35 años de edad, por cada año que un fumador retrase el abandono definitivo del consumo del tabaco está perdiendo tres meses de vida. “Parece, pues, crucial que una vez que una persona fumadora ha tomado la determinación de dejar de fumar, reciba toda la ayuda necesaria porque con ello le estaremos aumentando su número de años de vida”, añade Díaz-Maroto.

En la misma línea, el Banco Mundial ha presentado una previsión estadística que contempla que, de seguir las cosas tal y como están en estos momento en cuanto al hábito tabáquico en el mundo, hasta el año 2050 morirán por enfermedades asociadas al consumo del tabaco un total de 520 millones de fumadores.

En este mismo estudio se asume que si en virtud de establecer adecuadas medidas de prevención se consiguiera reducir a la mitad el número de jóvenes que se iniciasen al consumo del tabaco antes del 2020, el número de muertes por enfermedades asociadas al tabaco sería de 500 millones en el año 2050.

No obstante, si se establecen medidas encaminadas a ayudar a los fumadores a dejar de fumar, se conseguirá que el número de fumadores se reduzca a la mitad, es decir, en el año 2050, el número de muertes asociadas al consumo del tabaco sería de 340 millones.

“Lo importante de este estudio es que muestra la importancia de establecer medidas encaminadas al tratamiento del tabaquismo tal y como defienden nuestras dos sociedades”, asegura el coordinador del área de Tabaquismo de la SEPAR, Carlos Jiménez.

“Y es por este motivo -prosigue el experto- por el que pedimos a la Administración y al Sistema Nacional de Salud que atiendan las peticiones y ofrezcan ayuda a las personas fumadoras que quieren dejar de serlo”.

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