Renuncia el abogado de la familia de Yéremi Vargas, contrario a la estrategia de García Montes, que acusa al juez de prevaricar

Marcos García Montes, junto a la madre de Yéremi Vargas, el abuelo y el padre del niño, en la rueda de prensa

Canarias Ahora / EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

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El abogado canario Pedro Sánchez, que se hizo cargo de la defensa de la familia de Yéremi Vargas desde que, hace doce años, el niño desapareció en la localidad grancanaria de Vecindario, ha anunciado este jueves que renuncia a continuar prestando esos servicios por una abierta discrepancia con la estrategia del abogado Marcos García Montes, recientemente incorporado al equipo jurídico, que ha empezado por acusar de prevaricador al juez que instruye la causa, Juan Manuel Hermo, a cuyos superiores gubernativos pedirá que lo aparten.

“Yo no comparto la nueva estrategia de otro equipo jurídico, que considero legítima y siempre estaré al lado de la familia para lo que necesite de mí”, ha manifestado Sánchez en un comunicado enviado a los medios informativos. Sánchez se negó a estar en la rueda de prensa que este jueves los padres del menor desaparecido junto a Marcos García Montes, el día en el que Yéremi Vargas cumple 20 años.

Entre otras cosas, los padres anunciaron que van a pedir que se releve del caso al juez que lo archivó en octubre de 2017 y que las investigaciones se retomen en la línea que sugería la Guardia Civil, con un vecino, que responde a las iniciales A.O., como sospechoso. El nuevo letrado de la familia Suárez-Vargas, Marcos García Montes, ha anunciado, además, que en septiembre presentará una serie de iniciativas para denunciar que el instructor del caso, el juez Juan Manuel Herno, no practicó determinadas líneas de investigación necesarias para acreditar una serie de indicios que señalaban a A.O. y dictó un auto de archivo “injusto, a sabiendas”, lo que en el ordenamiento jurídico español encaja en el delito de prevaricación.

En el entorno del anterior abogado se ha advertido a la familia Suárez Vargas de la posibilidad de que Marcos García Montes “monte un circo mediático” y se dedique a pasear a la madre del niño por los platós de televisión “vendiendo exclusivas”.

Ithaisa Suárez, la madre de Yeremi, que este jueves 18 de julio hubiera cumplido 20 años, ha asegurado que la familia afronta esta nueva etapa “con mucha esperanza”, confiada en poder “saber la verdad” algún día y también en poder “recuperar lo que quede de él y tener un sitio donde ir a llorarle y llevarle flores”.

“Llevamos doce años con este sufrimiento... y ya está bien”, ha confesado Suárez, que no se resigna a que su hijo siga cumpliendo años sin saber dónde está, aunque sí sospecha qué le ocurrió.

El caso Yéremi está detenido en el auto que dictó el 25 de octubre de 2017 el juez instructor del caso, más tarde avalado por la Audiencia de Las Palmas. El magistrado que se ocupó de investigar la desaparición defiende no existe en la causa ningún indicio que permita incriminar a A.O., “ni a ninguna otra persona”.

García Montes ha señalado este jueves que ha encargado a un equipo de criminólogos y peritos que repasen este procedimiento para intentar reabrirlo y que su dictamen coincide en la línea apuntada por la Guardia Civil. No se observa otra hipótesis, sostiene, que la que apunta a A.O. como presunto asesino del niño de Vecindario.

Este letrado sostiene que el trabajo que realizó el equipo de la Guardia Civil que se ha ocupado durante más de una década de la desaparición de Yeremi “es coherente”, además de “impecable”, y necesariamente debía conducir a investigar a A.O..

El nuevo abogado de los Suárez-Vargas ha recordado que el juez del caso tiene abierto un expediente en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por cómo trató a la Guardia Civil y ha señalado que está recabando declaraciones de testigos que también tienen “quejas” sobre cómo se les atendió magistrado Juan Manuel Herno.

Para García Montes, el caso Yéremi guarda muchas similitudes con el de José Bretón, condenado a 40 años de cárcel por matar a sus hijos Ruth y José, en el sentido de que existen indicios para transformar lo que parece solo una desaparición en un asesinato.

El letrado de la familia ha precisado que sus críticas se dirigen solo al juez, no a la sección de la Audiencia de Las Palmas que avaló su decisión de archivar el caso, porque entiende que, en las condiciones en las que se le presentó la causa, no tenía más opción.

Desde su punto de vista, A.O. tenía “móvil, ocasión y beneficio” para matar a Yeremi Vargas, guiado, presuntamente, por los mismos deseos sexuales que años más tarde le llevaron a agredir sexualmente a otro niño en Doctoral -localidad colindante con Vecindario-, uno hechos por los que ahora cumple una condena de cinco años de cárcel.

García Montes ha remarcado que existen una serie de conversaciones de A.O. con compañeros de celda que no se han investigado suficientemente, en las que el sospechoso dice que el niño “está muerto” -cuando oficialmente está desaparecido- y sugiere que su cadáver fue destruido quemándolo.

Y opina que las sospechas que levantan esas conversaciones son coherentes con lo que declaró un testigo hace tiempo, que vio a A.O. conduciendo en dirección contraria un coche como el que se investigó en su momento en una zona cercana a donde desapareció Yéremi, en unas horas que coinciden con las de los hechos.

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